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La vivienda alcanza su precio más alto en Vigo desde marzo de 2013

Comprar un piso de 100 metros cuadrados cuesta ahora 12.000 euros más que hace dos años - La patronal pide liberalizar un 25% del suelo para conseguir cifras más populares

Edificio que se construye en el número 19 de Gran Vía. Marta G. Brea

Comprar una vivienda –nueva o usada– en Vigo es cada vez más complicado. Se juntan el hambre y las ganas de comer: la oferta es escasa y los precios son elevados. Según los datos de Idealista, con una base de datos que permite acercar la lupa hasta abril de 2008, el coste medio del metro cuadrado tanto de las casas y pisos nuevos como usados no era tan alto desde febrero de 2013, año de resaca tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, que desencadenó una crisis social y económica capaz de provocar profundas heridas. Actualmente, la cifra se sitúa en 2.026 euros: un inmueble de 100 metros cuadrados se vende a una media de 202.600 euros, 12.000 más que hace dos años.

Los compradores se desesperan por encontrar opciones que se ajusten a sus gustos y bolsillos. “Los precios son una locura”, lamenta Daniel Fernández, un joven que busca piso con su pareja. “Estamos buscando de dos dormitorios. Ya hemos visto unos cuatro o cinco, pero todos superan los 260.000 euros con trastero y garaje. Nos parece muchísimo dinero. Lo hemos comentado con familiares y opinan lo mismo. Pensamos que los precios pueden seguir subiendo, entonces, es complicado decidirse: ahora, parece mucho dinero, pero, igual, dentro de unos años, aumentan y no nos parece tanto”, comenta.

Misma opinión muestra otro joven, Carlos Maceiras: “Es inasumible la vivienda. Me marqué un presupuesto de 200.000 euros. Mis padres se gastaron menos en un piso de cuatro habitaciones con dos plantas y terraza de 50 metros cuadrados hace 10 años. Ahora, buscando un piso normal, de la mitad de metros cuadrados y con dos o tres habitaciones, solo encuentro viviendas en estado deplorable que exigen una reforma integral y un gasto elevado. Las que están decentes valen más de 200.000 euros. He valorado comprar alguna de ese estilo, pero no lo veo claro. Me decantaré por las de protección oficial, compensa esperar”.

El presidente de la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein) y la Asociación de Empresas Inmobiliarias de Vigo (Asemi), Benito Iglesias, deja claro que “no hay burbuja inmobiliaria”. “Los precios de la vivienda nueva y usada en Vigo son los más elevados de la última década, pero no alcanzan los picos registrados entre 2005 y 2012”, apunta. En ese periodo, se alcanzó la cifra más alta: 2.431 euros el metro cuadrado. Fue en febrero de 2010.

El representante de la patronal gallega explica que es evidente que los números son mayores ahora por el alza de los costes laborales, de la energía, del combustible y de los materiales, pero también por la falta de suelo, que dispara su valor: “Ya no hay prácticamente suelo a la venta en Vigo, el que hay está a precios muy elevados. La cerámica ha subido un 40%; el aluminio, un 55%; la madera, un 16%; el cobre, un 20%; los materiales siderúrgicos, un 50%; la energía, un 84%; y el refino de petróleo, un 53%. Todo ello ha provocado un incremento de entre un 20% y un 30% en el precio de las obras”.

Benito Iglesias destaca la necesidad de que haya “más suelo urbanizable”. “Esa es la clave para contener los precios e incluso bajarlos”, asevera. La revisión del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), que se espera para finales del próximo año, es la llave con la que se prevé abrir esta puerta tan golpeada. El documento contempla más de 50.000 nuevas viviendas en el municipio para dar respuesta a una realidad que poco se parece a la de 1993, año del PXOM que está en vigor actualmente tras tumbar la Justicia el de 2008.

“Ante el intenso intervencionismo de las administraciones en el mercado del suelo, hace falta una modificación de la ley actual y liberalizar un 25% del suelo para abaratar el coste de la vivienda en Galicia. Con los actuales criterios de edificabilidad, ocupación y densidad, únicamente se reduce la oferta de suelo, encareciéndolo aún más”, añade.

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