El mayor parque industrial de Galicia, ahora sí, ya es una realidad. La conservera viguesa Albo será la primera empresa en iniciar su actividad el próximo mes de octubre y apura este verano las obras de su planta, que recibió la visita esta semana del delegado de la Zona Franca, David Regades, que estuvo acompañado por Yong Wang, miembro del comité de dirección y otros responsables de la compañía. Hasta la fecha, la media docena de empresas confirmadas para el puerto seco (Albo, Frinsa, Lonza, BETA Implants, Gainser y una sexta firma china cuya solicitud todavía está en tramitación) superan una inversión de 250 millones de euros con la previsión de generar medio millar de empleos en una primera fase.
Albo es la piedra angular de los más de tres millones de metros cuadrados a disposición de las empresas en el macropolígono de Salvaterra-As Neves, un proyecto que está generando un efecto arrastre más que evidente. La conservera controlada por el grupo chino Shanghai Kaichuang está construyendo una gran planta en una parcela de 62.000 m2 en el puerto seco, y a su lado ya está confirmada la instalación de Frinsa, la mayor conservera gallega por volumen de ventas, en unos terrenos que suman más de 40.000 m2. La última compañía en sumarse, como avanzó este periódico en exclusiva, es una firma domiciliada en Vigo pero de capital chino que prevé invertir 16 millones de euros en una planta de transformación de productos de la pesca, fundamentalmente cefalópodos, túnidos y pelágicos procedentes de pesquerías propias.
Albo prevé que las obras concluyan el próximo mes de septiembre, por lo que en octubre se instalará la maquinaria, para poner en marcha la planta a finales de ese mes, con 250 personas en la plantilla, según trasladaron sus responsables al delegado de Zona Franca. El complejo tiene un potencial de acoger a 500 trabajadores.
Regades destacó “la puesta en marcha de una factoría moderna, con la máxima calidad en sus instalaciones, a lo que se sumará en breve el talento de sus trabajadores y trabajadoras”, además de señalar que “el volumen y la calidad de la producción en la nueva fábrica, con estándares de calidad de última generación en la transformación y envasado de pescado, permitirá exportar a nuevos mercados”.
El pasado mes de enero la Plisan pasaba el último trámite en la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, al obtener luz verde a la depuradora y potabilizadora, imprescindibles para la puesta en marcha de los proyectos en la mayor área de suelo industrial que se desarrolla en este momento en Galicia.
El proceso de comercialización de la Plisan ha suscitado el interés del tejido empresarial y hasta la fecha se ha adjudicado una superficie de 211.002 m2, con una estimación, según las memorias aportadas por los licitadores, de una inversión a realizar de 233 millones de euros, y la creación de 431 nuevos puestos de trabajo. A esto hay que sumar los 16 millones y 91 empleos que prevé generar un grupo chino domiciliado en Jacinto Benavente.
