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La irrefrenable contratación de seguros de salud llena también la sanidad privada

Clínicas de pago de la ciudad tienen lista de espera de más de un mes en especialidades como Dermatología o Psiquiatría | Los médicos de familia, con las agendas a rebosar

Colas para hacerse una prueba diagnóstica de COVID en una clínica privada de la ciudad. Marta G. Brea

La sanidad privada está sacando tajada de las listas de espera en la pública, especialmente a raíz de la pandemia y el colapso de los centros de salud. En los últimos meses se está viviendo un nivel de contratación de seguros de salud completamente desmesurado. Las aseguradoras aceptan a más y más clientes sin tener en cuenta que eso puede ser perjudicial. Y precisamente esta circunstancia es la que está provocando que las clínicas de pago de Vigo estén empezando a notar ya también una sobrecarga de pacientes que han contratado recientemente esas pólizas para ser atendidos en la sanidad privada. Las consultas de los médicos de familia en los consultorios de pago están a rebosar a diario. “Tenemos a un profesional que pasa consulta unas tres horas al día y la agenda se llena siempre”, aseguran desde la clínica Gaias.

Los servicios de Atención Primaria son precisamente los más reclamados por los suscriptores de pólizas de salud, que decidieron acudir a la sanidad de pago por los problemas que hace tiempo sufren los centros de salud de la pública, con largas esperas en muchas ocasiones para pedir cita. Y eso provoca precisamente que médicos de familia y pediatras que tienen consulta privada y son derivados desde los seguros de salud empiecen a estar también a rebosar.

La ciudadanía contrata estas pólizas precisamente para no tener que esperar para ser atendido por un especialista. Pero la demora está llegando también a la sanidad privada en algunos de los servicios más demandados. En la clínica Gaias, precisamente, hay pacientes que tienen que aguardar aproximadamente un mes para una cita con un cardiólogo o un dermatólogo. En otros centros privados, los psicólogos y los psiquiatras son los que tienen una mayor demora, precisamente por el incremento del estrés, la ansiedad, la depresión y otras patologías relacionadas con la salud mental.

El problema está en que las compañías de seguros no ponen freno a la contratación: su objetivo es vender cuantas más pólizas, mejor. Y aunque los seguros de salud habitualmente se asocian a familias con ingresos medio-altos, lo cierto es que las aseguradoras están lanzando ofertas cada vez más agresivas para intentar captar a un mayor volumen de clientes. Y es que hay que recordar que lo que se busca es el beneficio económico, sin fijarse por lo general en la calidad de los servicios que pueden ofrecer a los asegurados.

Ahora también se venden productos de bajo coste que ofrecen únicamente servicios de Atención Primaria, es decir, consultas con un médico de familia o un pediatra de pago. Se pueden encontrar en el mercado a un coste de poco más de 23 euros por persona al mes. Pero, no obstante, el perfil más habitual que se está decantando por la sanidad privada es el de una pareja mayor de 35 años, con dos sueldos y con dos hijos. En este caso, por ejemplo, una póliza genérica se puede situar entre los 150 y los 200 euros para la familia al completo, en función de si se incluye servicios como la hospitalización, si hay copago para los medicamentos, etc.

Por eso es necesario ser conscientes de lo que se contrata: hay personas que piensan que el seguro privado les cubre la atención sanitaria completa y finalmente se encuentran que por ejemplo tienen que pagar por determinadas pruebas diagnósticas o que para una operación tienen que acudir a la sanidad pública porque su póliza no incluye determinadas intervenciones.

También están repuntando los casos de mujeres de mediana edad que contratan pólizas privadas para evitarse esperas para las consultas ginecológicas o para la realización de pruebas clave como las mamografías.

Las corredurías de seguros trabajan con varias compañías (Caser, Mapfre, DKV, Adeslas…) e intentan ajustar el precio y los servicios a las necesidades de cada cliente. Por ejemplo, en algunos casos se incluye una cobertura de atención bucodental o la asistencia médica en el extranjero. Cuantos más servicios, mayor será el precio.

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