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La séptima ola aumenta la presión sobre los hospitales vigueses con más de 120 ingresos

El perfil mayoritario de los pacientes hospitalizados con coronavirus en la ciudad es de entre 75 y 80 años | Preocupación entre los sanitarios por el incremento descontrolado de los casos desde el inicio del verano

Entrada de un PAC en Vigo estos días Marta G Brea

La calma que se estaba viviendo hasta hace aproximadamente un mes en cuanto a la situación epidemiológica causada por el coronavirus parece que empieza a llegar a su fin. Todos los datos apuntan a que la séptima ola del virus ya ha llegado al conjunto de Galicia, y el área sanitaria de Vigo no se está salvando. Aunque no es la más afectada de la comunidad, lo cierto es que la incidencia empieza a preocupar. Especialmente por la considerable presión a la que el virus está sometiendo a los hospitales de la ciudad. Y es que hay 124 pacientes ingresados que tienen el coronavirus, 121 en planta y tres en las unidades de críticos.

Entre todos ellos precisamente hay que hacer una distinción: los que han sido hospitalizados por COVID y las complicaciones derivadas de su enfermedad (por ejemplo, neumonía), o los que han ingresado con COVID, es decir, que tienen unas patologías de base que se han visto desestabilizadas debido fundamentalmente al virus y necesitan atención médica. Según apuntan fuentes del área sanitaria de Vigo, el perfil de los enfermos que están en los hospitales de la ciudad es de personas mayores, con una media de edad de entre los 75 y los 80 años. En el Cunqueiro, que aglutina a la mayor parte de pacientes contagiados (104), no han tenido que alterar la actividad asistencial de momento para destinar recursos ante el avance de la sexta ola.

Pero lo cierto es que hay preocupación entre los sanitarios por el aumento de contagios desde el inicio del verano, con el previsible aumento de la movilidad y además después de unos meses sin ya prácticamente ninguna restricción, especialmente sin la obligatoriedad del uso de mascarillas en espacios interiores. Esas 124 personas ingresadas precisamente son cifras similares a hace algo más de un año, cuando la incidencia del virus era considerablemente mayor que la actual.

Hay tres enfermos en la unidad de críticos del Álvaro Cunqueiro

En los servicios de Urgencias tanto de los hospitales como de la Atención Primaria destacan que cada vez llegan más personas con síntomas asociados al COVID. Los más habituales en la actualidad son fiebre, dolor muscular generalizado, cefalea, estornudos y también vuelve a aparecer la anosmia, es decir, la pérdida del olfato. Cuando un paciente presenta un cuadro clínico con alguno de estos síntomas, una prueba de antígenos determinará si está o no contagiado. En caso de tener más de sesenta años o pertenecer a algún grupo de riesgo, se le realiza una PCR.

Los nuevos protocolos precisamente hacen apuntar a que hay muchos más infectados en el área sanitaria de Vigo que los 2.299 que reflejan los datos oficiales en la última actualización del Sergas. Porque los médicos advierten que hay muchas personas que tienen síntomas y que después de hacerse el autotest diagnóstico, pese a dar positivo, no se lo comunican al Sergas, por lo que no se le puede hacer un seguimiento.

Hay que recordar precisamente que si una persona está contagiada y tiene síntomas graves, es aconsejable que se quede en casa, mientras que si se encuentra bien o con sintomatología leve puede salir y acudir a trabajar siempre que utilice mascarilla. Este aumento de los casos llega en un momento además difícil. Y es que en verano la mayoría de centros de salud, donde se atienden los casos que no son graves, tienen menos personal por las vacaciones de los sanitarios y las dificultades para cubrirlos, y se apostará por lo general por las prolongaciones de jornada para evitar en la medida de lo posible descubiertos en la atención.

La escalada de contagios ha llevado a que varias comunidades autónomas, entre ellas Galicia, haya reclamado ya el adelanto en la administración de la cuarta dosis para las personas más vulnerables. Una petición que sin embargo no ha encontrado respuesta todavía por parte del Ministerio de Sanidad, que es el organismo que tiene que dar luz verde a esa dosis de refuerzo.

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