Veinte años con el máximo sello de protección y calidad ambiental. El Parque Nacional Illas Atlánticas, con las islas Cíes como emblema, celebra el aniversario de la declaración que reconoció la biodiversidad única en el mundo de sus ecosistemas e hizo posible una convivencia respetuosa con la actividad pesquera y su creciente atractivo turístico.
El archipiélago ya era parque natural desde 1980 y, junto con Ons, Sálvora y Cortegada, se convirtió en parque nacional el 1 de julio de 2002. Tan solo unos meses antes de que la marea negra del Prestige alcanzase unos hábitats singulares que fueron capaces de resistir el embate y recuperarse. Años después llegó la pandemia y el personal siguió limpiando, controlando y mimando sus espacios durante toda la cuarentena a la espera del regreso de los visitantes.
En 2021 se recuperaron las cifras preCOVID y, en los primeros cinco meses de este año, casi 50.000 personas ya visitaron Cíes. Y la campaña de verano promete volver a ser un éxito. Tras la declaración de Rodas como mejor playa del mundo en 2007, The New York Times incluyó el archipiélago hace unos meses entre los mejores destinos de todo el mundo para visitar en 2022.
Ons acoge mañana un acto de conmemoración del 20º aniversario al que asistirá el presidente Alfonso Rueda, pero el parque celebra su cumpleaños “todos los días”, destaca su director, José Antonio Fernández Bouzas.
“Lo bueno es que el parque organiza actividades a lo largo de todo el año, no solo en verano. Está abierto a todo el mundo y hemos dado un impulso importante a la parte social, trabajando con personas con necesidades especiales o problemas de integración. No siempre se hacen públicas estas actividades y es algo que nos gusta mucho”, destaca.
Los archipiélagos del parque y Cíes en particular atraen a investigadores de todo el país por su elevada riqueza. Las islas viguesas constituyen un “ecosistema de frontera”, de “carácter singular” y de “alta calidad ambiental”, tal y como subraya el comité científico de su candidatura a Patrimonio de la Humanidad lanzada por el Concello. La otra propuesta, liderada por la Xunta y que incluye a Illas Atlánticas en su conjunto, también hace referencia a su privilegiada biodiversidad.
Los escarpados acantilados de Cíes acogen a una de las mayores colonias de gaviota patiamarilla del mundo, además de proteger al cormorán moñudo, especie en peligro de extinción y emblema de Illas Atlánticas, y también a la amenazada pardela cenicienta.
Geólogos gallegos estudian cómo se formaron las islas hace millones de años y los biólogos siguen haciendo descubrimientos sobre la fauna que las habita hoy en día. Su superficie marítima supone el 86% del total y sus fondos son un hábitat predilecto para caballitos de mar, pulpos, sepias, pintos, maragotas, rayas y lubinas.
Las Cíes, habitadas por el hombre desde la Prehistoria, han sido testigos de todos los acontecimientos que han marcado el devenir de Vigo y su entorno. La leyenda dice que incluso Julio César las visitó y entre los pecios localizados en sus fondos podría haber un galeón de la flota del pirata Drake.
“Tenemos un destacado recorrido en investigaciones y publicaciones y ahora queremos darle un impulso a la arqueología. Nos falta desarrollar la historia reciente de Cíes con más datos y de forma atractiva, y también la de Sálvora y Cortegada”, avanza Fernández.
"Se puede hacer turismo y pescar, pero conservando"
"El balance es muy positivo. El parque está más que consolidado y ahora solo tiene que crecer y mejorar"
–¿Qué balance hace de estos 20 años y cuáles son los retos de futuro?
–El balance es muy positivo. El parque está más que consolidado y ahora solo tiene que crecer y mejorar. Está reconocido en todos los estamentos y también tiene apoyo de la población. Es un referente ambiental y también tiene una parte turística destacada. En España solo hay 16 parques nacionales y el de Illas Atlánticas poco a poco dará más sorpresas en la investigación, la conservación y la promoción de su entorno y de Galicia en general.
–Ya es un laboratorio codiciado por investigadores de todo el país.
–Y nosotros los recibimos con los brazos abiertos. Hemos estrechado aún más los lazos con las universidades gallegas y organismos como el CSIC y el IEO. Estos 20 años nos deben servir para dar un impulso hacia adelante y con fuerza y vamos a apostar por la parte de arqueología y etnografía. También hay que reconocer el apoyo que nos han dado los trabajadores del parque, los ayuntamientos y las diputaciones. .
–Han contribuido a concienciar a la sociedad gallega sobre la conservación del parque y de la naturaleza en general.
–Hemos hecho muchísimas actividades. Alguno de los niños que empezaron hace 20 años ya ha vuelto al parque con su hija. Se ven los frutos. Y este año la Xunta ha lanzado una convocatoria de 1,6 millones para los concellos y pymes del entorno del parque. Entre todos vamos haciendo el parque, si no es imposible.
–El reto de partida era conciliar la protección en un ámbito de pesca y de gran atractivo turístico.
–Siempre lo es. Si no protegemos, nos quedaremos sin estas perlas en nada. La relación con el turismo y con el sector pesquero es muy buena. Se puede hacer turismo, pescar y mariscar, pero conservando. Esa es la prioridad. Todo se puede compatibilizar si se hace desde este punto de vista. Queremos que la gente utilice el parque para aprender y disfrutar y todo el mundo tiene cabida. El parque es de todos, eso es lo bueno.
