El año 2015 marcó un antes y un después en la sanidad pública viguesa. Fue entonces cuando abrió el hospital Álvaro Cunqueiro y cerró el Xeral, que se había quedado pequeño para atender a una población tan grande como la del área de Vigo. La construcción del nuevo centro no estuvo exenta de polémica, sobre todo por la privatización de algunos servicios, como el aparcamiento, pero ahora, en su séptimo aniversario, el Cunqueiro tiene más cosas de las que presumir que de las que arrepentirse. Prueba de ello es que cuando abrió sus puertas, los datos de lista de espera en Vigo eran dramáticos: casi cien días de media para una intervención quirúrgica. Siete años después, aún con pandemia de por medio, se ha logrado reducir la demora quirúrgica hasta los 76 días.

Desde que se atendió el primer paciente en aquel verano del año 2015, el que es el mayor hospital de Galicia registró más de 229.600 ingresos, 83.400 intervenciones quirúrgicas, 1,2 millones de urgencias y 2,6 millones de consultas externas.

El Sergas valora muy positivamente la trayectoria del Cunqueiro. “Lo que este hospital ha alcanzado en estos siete años de funcionamiento es algo muy inusual, consiguiendo superar todas las expectativas al posicionarse a la vanguardia de los principales hospitales de España. Esto es fruto de su gran capacidad y, sobre todo, del excelente trabajo de los profesionales. Ahora toca seguir avanzando”, valoró el gerente del área sanitaria de Vigo, Javier Puente.

Además de las cifras asistenciales, la Consellería de Sanidade destaca la incorporación de alta tecnología. Por ejemplo, el quirófano híbrido o el equipo DaVinci de cirugía robotizada, que colocan al centro hospitalario en el top nacional de determinados procedimientos quirúrgicos. Y el servicio de Microbiología del hospital fue una referencia durante la pandemia, aplicando procedimientos pioneros como los Covid-Auto o el pooling (el proceso de agrupamiento de análisis de muestras PCR), que posibilitaron incrementar la capacidad diagnóstica del área sanitaria para afrontar los momentos más duros de la crisis del coronavirus.

Durante estos años se han afrontado importantes cambios organizativos y asistenciales, con la creación de unidades específicas para determinadas patologías, como la del sueño, demencias, ictus o imagen cardíaca, que hicieron posible la introducción de mayores prestaciones en la cartera de servicios hospitalaria.

Además, la Xunta ha aprobado recientemente la contratación de obras y adquisición de equipamiento por un importe de cinco millones de euros, que permiten dotar al hospital de otras cinco nuevas unidades. Una de las más importantes es la de hospitalización psiquiátrica infanto-juvenil, de la que ya está adjudicado el proyecto y que permitirá dotar a Galicia de un segundo dispositivo de hospitalización para pacientes agudos de salud mental infantiles y juveniles y que será referente para todo el sur de la comunidad. Desde febrero está ya además en funcionamiento la unidad de enfermedades raras y el Sergas destina más de 150.000 euros para dotarla de un nuevo espacio.

También destaca la nueva unidad de necropsias, cuyo proyecto está en licitación, o la de rehabilitación cardíaca, que busca mejorar la calidad de pacientes del área de Vigo que se recuperan de un ingreso o de una intervención en su corazón, controlando sus factores de riesgo, reduciendo los reingresos y facilitando su reincoporación laboral. Por último, se destinarán 500.000 euros a la nueva unidad de hospitalización a domicilio.