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Tres segundas oportunidades

Xavier, Luciano y José Antonio son alumnos de la Escuela de Adultos del IES Castelao y acaban de graduarse en Bachillerato con excelentes resultados académicos

Por la izquierda, Xavier, Luciano y José Antonio, en su aula de la Escuela de Adultos del IES Castelao. | // ALBA VILLAR

La Escuela de Adultos de IES Castelao lleva décadas formando a alumnos que necesitan segundas oportunidades académicas y también sociales. En casi todos los casos es el abandono prematuro de los estudios por circunstancias vitales adversas suele estar detrás de esa interrupción escolar y es tiempo después cuando vuelven a recuperar un impulso que se congeló en el pasado. Y aunque el currículo es idéntico al Bachillerato diurno, las clases y el ambiente son totalmente diferentes. Hace tan solo unos días estuvo a punto de desaparecer tras el anuncio repentino de la Xunta de Galicia de su cierre tras 52 años en funcionamiento. Finalmente, la Consellería de Educación dio marcha atrás y la escuela continuará su andadura.

Mónica Fernández, alumna del IES Castelao. | // ALBA VILLAR

En sus aulas los alumnos de 20 años se mezclan con los de 50 como una amalgama casi perfecta y complementaria que describen como “muy enriquecedora” pese a los prejuicios que cada quién traiga de casa. Es así como Xavier (22), Luciano (21), José Antonio (56) Valeria (21) o Mónica (46), subieron por primera vez las escaleras de su nuevo hogar académico durante los siguientes dos años. Lo hicieron con cierta incertidumbre, desconcierto y unos cuantos nervios.

Sin embargo, los docentes, experimentados en grupos de adultos que traen una historia detrás, “saben como orquestar grupos tan heterogéneos que, además, vienen con ritmos y niveles de aprendizaje desiguales”. Todos, sin excepción, enfatizan la labor “impagable” de sus profesores que ya se han convertido en parte de su familia porque “nunca te dejan abandonar si realmente quieres seguir”.

No es nada fácil compaginar las historias personales y laborales con el estudio de tarde y noche. Sus trayectorias son de superación, de enfrentarse a un reto que a la mayoría de ellos les cambió la forma de vivir y ver la vida. Es el caso de José Antonio Rodríguez, que a los 53 años decidió que era el momento de sacarse aquella espinita que tenía clavada cuando tuvo que abandonar en su adolescencia el Bachillerato. “Yo conocí este colegio recién inaugurado, y por diferentes circunstancias, tuve que abandonar en 2º de B.U.P y emigrar a América a trabajar. Siempre he sido metre en hoteles. Cuando volví a cuidar a mis padres que son dependientes, creí que era el momento de hacer algo más que estar en casa. Gracias a mi mujer que me ayuda con sus cuidados, pude por fin inscribirme otra vez en el instituto a través de la Escuela de Adultos. Estudiar y compartir con gente más joven fue increíble por todo el conocimiento adquirido y por cómo me cambió la perspectiva de la vida”, destaca.

José Antonio aprobó con solvencia la Selectividad para mayores de 45 años y ya realizó la preinscripción en Ingeniería de Telecomunicaciones porque “puedo echarme 13 horas estudiando matemáticas y no me aburro”.

Para Xavier Alcalá, la Escuela de Adultos ha significado una segunda oportunidad que le ha otorgado el reposo y el tiempo necesario para descubrir lo que quería estudiar en un futuro: un ciclo superior de mecatrónica. “Abandoné el Bachillerato por circunstancias personales y me inscribí en la Escuela de Adultos. Para mí fue muy positivo, no solo porque los profesores son muy motivadores sino porque me siento mejor en medio de adultos que con gente de mi edad. Me lo tomé con calma. No quería esa presión que tenían mis compañeros antes en el instituto diurno. Las matemáticas me gustaban menos y Educación Física me encantaba. Me gustaría ser jefe de máquinas”, añade.

Hace cuatro años que Luciano Ramírez llego a España procedente de Lima (Perú), junto con su familia. No pudo terminar la secundaría en su país y a los pocos meses de llegar con 18 años se matriculó en el IES Castelao con el resto de sus compañeros adultos. Fue un cambio drástico el horario de tarde - noche pero pronto se acostumbró porque el “ambiente es muy familiar”. “Me ha costado un poco aprender la cultura gallega y la literatura porque es muy extensa. Pero me fascina y el idioma me parece muy bonito. Aunque su pasión es la música –toca la guitarra y el piano– es consciente que necesita un trabajo estable lo antes posible. “Haré una FP Dual de Comercio que se ofertará este año pero quiero estudiar música, aprender a producir y a componer”, concluye. Todos los alumnos del IES Castelao que se presentaron a las pruebas de la ABAU para adultos han aprobado.

Una alumna de matrícula: “Soy la mamá de la clase y me encanta”

Para Mónica Fernández (49) la Escuela de Adultos del IES Castelao supuso no solo un reto personal y académico sino un revulsivo. “Llegué el primer día y el profe de lengua nos preguntó para qué y por qué estábamos allí y después tuvimos que redactarlo. Cuando empezamos con los contenidos... ¡Madre mía, no me acordaba de nada! Pero, de verdad, los profesores no te dejan desfallecer, te motivan un montón”, subraya. Al principio estaba un poco inquieta por confraternizar con compañeros que eran menores que sus dos hijos pero en un chasquido de dedos la brecha generacional desapareció. “Soy la mamá de clase, les paso los apuntes y les avisaba de las entregas de los trabajos porque también fui la delegada de clase dos años. Cuando saqué mi primer diez me dio un impulso y me vine arriba. Acabar el bachillerato con una matrícula de honor a mis casi 50 años es un mérito increíble, mío pero también de mis compañeros y profesores”, añade. Tanta fue la unión y el enriquecimiento generacional que las quedadas después de clase fueron habituales, llegando incluso, a tomarse un café con las madres de sus compañeros, que también rozaban el medio siglo de edad. “No hay trucos. Ser una misma. Ir todos los días a clase y para la matricula, robarle algunas horas al sueño”, prosigue. Su mensaje es alto y claro: “Anímate a empezar. No tengas miedo. Es más fácil de lo que te parece y paso a paso”. Ahora el objetivo es estudiar Magisterio o Psicología.

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