Tranvías cruzando, camiones de La Pitusa, furgonetas de las Galerías Asefal y del propio Faro de Vigo e, incluso, una valla publicitaria del por entonces Ministerio de la Vivienda. Este es el Vigo de 1968 visto desde plaza América. Un vigués ha recreado en vídeo cada detalle de la época a modo de "museo virtual" y como primera pieza de una iniciativa que podría crecer.

El artífice de esta obra de arte audiovisual es Benito Montenegro, un profesional del modelaje 3D que en 1968 pisaba las calles de Vigo con 10 años de edad. Eligió plaza América porque es un apasionado de los tranvías, pues es en este punto donde antaño se erigía la guarida de este medio de transporte desaparecido precisamente en 1968 -tras medio siglo activo-, y de ahí el año de su producción: "Es un símbolo de Vigo, la plaza América es mítica porque ahí estaban situadas las cocheras", cuenta a FARO.

"Plaza América es un símbolo de Vigo y es mítica porque ahí estaban situadas las cocheras"

Benito Montenegro - Creador

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A través de fotos antiguas y vídeos de los tranvías encontrados en internet fue recreando aquella realidad con suma meticulosidad, un trabajo que realizó "a ratos" y en el que perseveró durante seis meses, aunque reconoce que si lo efectuase a tiempo completo, le llevaría "no menos de dos meses". Lo que más le costó fue modelar los coches, una tarea "bastante laboriosa".

La idea inicial de Benito era la de simular más lugares de Vigo, ya que es una ciudad "llena de rincones por contar". Tras ello, situaría "unos tótems publicitarios, los cuales dispondrían de unos códigos QR con los que el ciudadano podría descargar en su móvil una serie de vídeos que contendrían aquellas recreaciones virtuales que pudieran ser históricamente interesantes de mostrar desde ese punto en concreto [...] siendo posible hacerlo directamente desde su móvil o incluso también utilizando gafas VR (de realidad virtual)". Así describe su proyecto, pero la cita contiene un pretérito porque se topó con la negativa del Concello de Vigo a la hora de impulsarlo, según su relato.

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"Cuando se habla de museo virtual, uno piensa en un lugar físico al que acudir, pero mi idea consistía en algo novedoso, en implantar esos códigos en cada punto de la ciudad", explica. Con todo, su propósito principal radica en mostrar su esfuerzo a los vecinos de Vigo "para que puedan recordar, seguramente con nostalgia, aquella época": "Sobre todo para los que lo vivimos", recalca en varias ocasiones.

Por esa razón, el vigués ha decidido subir su creación a YouTube. Mediante este paso, abre una puerta a la esperanza para que un día el consistorio olívico reconsidere su iniciativa y la convierta en presente. Por lo pronto, una multitud de personas le han mostrado su apoyo directamente y a través de redes sociales, su mayor premio.