La Universidade de Vigo sigue sumando reconocimientos en el contexto académico del Estado español. Esta vez, lo acredita un amplio estudio de la Fundación BBVA, que se ha propuesto analizar las setenta y dos universidades españolas, públicas y privadas para compararlas y ver las mejores potencialidades. Como ya viene siendo habitual en la mayoría de informes interuniversitarios en los que participa, la gran baza de la UVigo sigue siendo la rama técnica, que engloba sus veinticuatro modalidades de grado y sus diecinueve posgrados. Las carreras de Ingeniería Aeroespacial, Agraria, Biomédica, de la Energía, de Tecnologías y Telecomunicación, Informática, Eléctrica o Electrónica contribuyen al éxito cosechado. De hecho, el recién reelegido rector Manuel Reigosa anunciaba esta semana que las principales novedades para el curso que viene son la puesta en marcha de dos nuevas titulaciones de grado: Relaciones Internacionales e Inteligencia Artificial. De la misma forma, se ponen en marcha cuatro nuevos másteres: en Ingeniería Biomédica; en Ejercicio Terapéutico y Funcional en Fisioterapia; en Inteligencia Artificial y en Desafíos de las Ciudades.
Investigación e innovación
A pesar de que la oferta en saberes técnicos es la más nutrida de todo el espectro universitario del norte de la Península Ibérica, el estudio U-Ranking 2022 de la Fundación del BBVA centra la mayor parte de su análisis en las aptitudes de las universidades a partir del posgrado y, ahí, la academia viguesa coge fuerza. En el ranking general, la UVigo ocupa nada menos que el puesto número dieciocho entre las más de setenta universidades del Estado y la mejor de entre las que tienen presencia en el noroeste. Desde ese primer podio, los analistas desarrollan sus argumentos.
“El ranking general de rendimiento compara los resultados que obtiene cada universidad en los indicadores de docencia y de investigación e innovación, teniendo en cuenta su disponibilidad de recursos humanos y financieros”, explican fuentes de la organización que dirige el estudio. De ese modo, los rendimientos de las universidades de distinto tamaño son directamente comparables porque los indicadores no dependen del tamaño de la universidad al estar relativizados. Principalmente son la tasa de éxito, la tasa de abandono, el porcentaje de estudiantes de posgrado, profesores doctores, presupuesto por alumno o los recursos captados por profesores a través de proyectos de investigación. En este contexto es, especialmente, donde destaca la Universidade. Los datos que anualmente hace públicos la Academia lo ratifican. Al comienzo de este curso en la UVigo había más de 1.700 personas investigando en 185 grupos de investigación diferentes; consiguieron captar más de veinticuatro millones de euros en proyectos de financiación externa; más de seis millones en I+D contratada; más de doscientas patentes activas con su firma; y hasta treinta empresas de nueva creación fundamentadas en la creación de conocimiento de sus investigadores.
El contexto gallego
Aunque la veterana Universidade de Santiago de Compostela le saca casi quinientos años de ventaja a la viguesa, esta solo la supera en la rama de las ciencias de la salud. Y es que la UVigo la sobrepasa en los campos de Artes y Humanidades, Ciencias Sociales y Jurídicas y la ya mencionada Ingeniería.
Los másteres cogen fuerza
Una de las grandes revelaciones del estudio de la Fundación BBVA es la deriva de alumnado de grados a másteres en el cómputo total de discentes. El informe anual U-Ranking incluye en esta edición un análisis de la evolución en la última década de la formación de posgrado: máster y doctorado. Mientras en el curso 2010-2011 el peso del máster en la matrícula de grado y máster del Sistema Universitario Español no llegaba al 7%, en la actualidad se ha duplicado hasta suponer el 15,6% en el curso 2020-2021. Además, conviene aclarar que solo computan los másteres oficiales y no los denominados como “títulos propios”, que aumentarían más el porcentaje.
Públicas y privadas
Los centros públicos vuelven a copar –como en todos los informes interuniversitarios– los primeros puestos en la clasificación de los resultados en investigación e innovación, en el que solo hay una universidad privada entre los veintiún primeros. En cambio, las privadas destacan en el ranking de rendimiento docente, con once de las dieciséis primeras posiciones.
El rendimiento global de las universidades privadas en el ámbito de la docencia se sitúa diez puntos por encima de la media de las universidades públicas. Sin embargo, el rendimiento promedio en investigación e innovación de las universidades públicas es 48 puntos mayor que el de las privadas. La primera universidad privada en esta clasificación no aparece hasta el séptimo grupo, por detrás de 18 universidades públicas.