Ecologistas en Acción acaba de publicar su informe anual Banderas Negras, un estudio que aborda los casos más relevantes de contaminación y mala gestión del litoral del Estado español. Y aunque no es la peor parada, Vigo también se ha llevado la suya por la situación de A Calzoa, el arenal de la desembocadura del río Lagares reconvertido en playa canina. El extenso estudio ha sido financiado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) y reprende a buena parte de los concellos costeros de las Rías Baixas por la gestión de la limpieza de sus arenales, que se hace especialmente visible en esta playa ubicada entre la de Samil y O Vao.

La limpieza mecanizada de las playas de forma exhaustiva sin aplicar criterios geomorfológicos y ambientales de gestión, explican desde Ecoloxistas, no solo reduce la biodiversidad costera, también altera los perfiles de playa y provoca una pérdida de sedimentos. “O esteiro do río Lagares sempre foi unha das zonas de maior diversidade debido á convivencia das biotas de auga doce e salgada”, explica Cristóbal López, coordinador estatal de la publicación. “Era un dos poucos lugares da cidade onde ver o picapeixe común, a píllara das dunas ou incluso nutrias”, añade. De hecho, esta pérdida de biodiversidad en el estuario del Lagares ya fue señalada hace unos meses por un grupo de biólogos de la Universidade de Vigo que pidieron, en una alegación al Plan Xeral, que el nuevo planeamiento contemple medidas de protección para esa biodiversidad y que amplíe el ENIL (Espacio Natural de Interés Local) del Vao-Baluarte hasta la desembocadura del río.

Actualmente, lamentaban los biólogos, esos enclaves “carecen de protección” y el nuevo planeamiento urbanístico tampoco contempla medidas para su conservación o restauración. De hecho, advirtieron que el Concello permite actividades como la presencia de perros o la limpieza mecánica de las playas, que son “antagónicas con la conservación de la biodiversidad”.

Los argumentos de Ecoloxistas en Acción son idénticos a los que aportan los investigadores de la UVigo: “O uso canino da praia, ademais de promover a proliferación de excrementos, espanta a aves tan singulares como a píllara ou a mamíferos como a nutria”, destaca López. La limpieza con maquinaria pesada del arenal produce tres efectos adversos para la biodiversidad: compacta la arena, haciendo imposible el anidamiento de aves o la reproducción de pulgas; y desgasta los sedimentos con la retirada masiva de algas. La solución que proponen los ecologistas, además de desarticular el uso canino, es acometer la limpieza de playas de forma ecológicamente respetuosa. De hecho, ya han entregado a Alcaldía un manual de buenas prácticas al respecto.

El Concello niega el informe

Fuentes del Concello de Vigo explican que “la situación medioambiental de la playa es excelente” y que “el informe no tiene credibilidad. Calzoa tiene medidas de protección totales”. Señalan como argumento los análisis “excelentes” de la calidad del agua de la playa elaborados por la Xunta. Y, de hecho, ni ecologistas ni investigadores hablan de la contaminación en el agua en sus reclamaciones: “O grande problema é a situación de declive dos areais”, remata Cristóbal López.