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Un minibarco de bandera viguesa contra la basura marina

Alumnos de “Teleco” diseñan una embarcación inteligente que recoge contaminantes sin dañar la fauna o la vegetación

El minibarco Siluro, en el estanque del campus. Cedida

Reciclado, sostenible e inteligente. Seis alumnos de Ingeniería de Telecomunicación han fabricado con material reutilizado la primera embarcación autónoma capaz de detectar y retirar los plásticos de la superficie marina sin dañar la vegetación o la fauna. El minibarco Siluro fue una de las propuestas presentadas dentro de la asignatura Laboratorio de Proyectos y hace apenas dos semanas se hacía con el tercer premio de la Maker Faire Galicia, donde competía con más de 90 ideas de todo el mundo.

Alba Ferreira y Carlota Cañamero, en la Maker Faire Galicia. Cedida

“Nosotros solo tuvimos 4 meses para desarrollar el proyecto y los profesores nos dijeron que era muy ambicioso pero logramos llevarlo adelante. Y en la feria nos encontramos con iniciativas que llevaban mucho más tiempo trabajando. El ganador, que era de Colombia, desde antes de la pandemia. Así que estamos todos contentísimos. Llegamos mucho más allá de dónde esperábamos”, celebra Carlota Cañamero, que presentó a Siluro en la Maker Faire junto a su compañera Alba Ferreira.

El resto del equipo lo completan David Soengas, Pablo Suárez, Pedro Toimil y Lidia Varela y estuvieron tutorizados por los profesores Martín Llamas y José Luis Rodríguez. Las horas de dedicación para poder presentar a Siluro en los LPR Days de la Escuela de Teleco han tenido como contrapartida algún examen de recuperación en las próximas semanas. “Es la cara B de todo esto, pero limpiaremos”, asegura convencida Cañamero entre risas.

El Siluro, detectando una botella de agua sobre la superficie.

Los estudiantes desarrollaron un algoritmo basado en red neuronal para que la embarcación sea capaz de detectar e identificar los residuos, un logro pionero en este tipo de soluciones, junto con el del bajo coste. “Eso es lo que nos diferencia. Los prototipos que se han diseñado hasta ahora funcionan como robots aspiradores y tragan todo lo que se les pone por delante. Pero el nuestro, gracias a la Inteligencia Artificial, abre la red cuando identifica la presencia de basura y la cierra y es capaz de esquivar la vegetación o algún animal que se encuentre en el agua”, destaca Cañamero.

El diseño de la embarcación, con una envergadura aproximada de 1,5 metros, se inspira en un catamarán e incluye una red entre los dos cascos, dos tubos de PVC, para que el propio movimiento facilite la recogida de residuos.

Está construida con material y dos motores cedidos por la empresa Marine Instruments: “Les gustó el proyecto y nos los prestaron y también nos dieron alguna cosa los profesores e investigadores de atlanTTic con los que hablamos. Es un proyecto de economía circular, todo es reciclado”.

El Siluro cuenta con una batería de 17 voltios y ofrece dos modalidades de conducción: mediante radiocontrol o a través de una ruta programada. Y ambas son accesibles desde la interface del sistema.

El equipo de estudiantes que diseñó y fabricó el Siluro. Cedida

El prototipo, que fue probado en la piscina del Círculo Mercantil de Vigo y en los estanques del campus, está dotado de sensores de humedad, temperatura y geolocalización, así como de una cámara. Y todos estos datos e imágenes son recibidos por el piloto vía streaming.

Las dimensiones de Siluro facilitan el acceso y limpieza de zonas de difícil acceso y los estudiantes plantean que su adquisición podría ser de interés para concellos, autoridades portuarias, parques como Illas Atlánticas o incluso ONG.

Imagen del Siluro. Cedida

Tras su paso por la Maker Faire en el Gaiás, Siluro ya ha sido desmontado pero sus creadores están dispuestos a mejorarlo en colaboración con empresas o cualquier entidad interesada. “La experiencia en esta asignatura nos ha aportado mucho. No solo a la hora de emplear todas las tecnologías que nos han enseñado, sino también para adoptar un método de trabajo cuando te enfrentas a algo nuevo y tienes que documentarte e iniciar un proceso de aprendizaje. Y después también nos han enseñado a trabajar en equipo, definir tareas o relacionarnos con los profesores y patrocinadores”, subraya Cañamero.

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