Alquilar una vivienda no es tarea fácil. Y no solo por el hecho de que los precios estén por las nubes. Para optar a un arrendamiento se suelen exigir una serie de requisitos que van más allá de la clásica fianza. Los propietarios, para evitar futuros impagos, quieren asegurarse de que los futuros inquilinos tienen estabilidad laboral y junto a documentación de la empresa en la que trabajan de cara a comprobar la existencia de estabilidad laboral suelen pedir el abono de un seguro de impago de alquiler para protegerse en caso de morosidad.

Pues esta cuestión centró ayer un juicio que estaba señalado en el Juzgado de lo Penal 3 de Vigo y que se resolvió con una breve vista de conformidad por delito de falsedad documental. En el banquillo se sentó un mediador de seguros que se dedicaba a elaborar nóminas falsas para que personas que no cumplen estas condiciones puedan conseguir un contrato de alquiler. También compareció como acusada una mujer que, con este ilícito proceder ya que no tenía trabajo ni nómina alguna, arrendó un piso en la céntrica calle Rogelio Abalde.

La inquilina aceptó una condena de seis meses de prisión, mientras que el autor de los documentos falseados –que lo intentó en una segunda ocasión con otros candidatos e idéntico propietario– se conformó con un año y tres meses de cárcel.

La inquilina se “concertó” con el mediador de la compañía de seguros para que le facilitase nóminas falsas y le realizase la póliza de seguro que le exigía el dueño del piso para entrar a vivir en la vivienda. Entre las condiciones del casero estaban acreditar una estabilidad laboral de al menos un año, así como un importe mínimo de sueldo mensual. Dado que la mujer carecía de empleo, el otro acusado le elaboró nóminas “mendaces” a nombre de una empresa real totalmente ajena a esta trama, en las cuales la encausada figuraba “falazmente” como trabajadora de la misma con la categoría profesional de limpiadora, con una antigüedad de más de tres años y un salario neto que rondaba los 1.500 euros mensuales. Gracias a esta documentación falsa, la mujer consiguió firmar el contrato de alquiler en marzo de 2021, hace más de un año.

Otro intento

El mediador de seguros lo volvió a intentar con el mismo propietario –que alquilaba más viviendas en ese edificio de Rogelio Abalde– y se puso en contacto con el hijo del mismo para informarle de que tenía a otras personas interesadas en arrendar un piso. De nuevo elaboró nóminas falsas a nombre de la misma empresa de limpieza –que ahora deberá ser indemnizada con 1.000 euros por los daños y perjuicios que se le causaron– a nombre de otra mujer.

Pero en esa ocasión el casero desconfió y se puso en contacto con los responsables de dicha empresa, descubriendo el fraude que se estaba cometiendo. Al ver los documentos, los responsables de dicha sociedad vieron que eran falsos: ninguna de las dos mujeres había trabajado nunca como limpiadoras allí. Las nóminas habían sido manipuladas, introduciéndose los datos personales de las impostoras sobre la base de un documento perteneciente probablemente a un trabajador real. Dada la conformidad con la que se resolvió el juicio de ayer, la sentencia ya es firme.