Una pequeña pero potente luz verdosa aflora en el fondo de las escaleras de piedra de una bicentenaria mina de agua de la parroquia de Beade. No es artificial; hasta este acuífero de la familia Silveira no llega la luz eléctrica. Tampoco son restos plásticos ni cristales rotos. En la distancia corta es ya inconfundible. Se trata de un excepcional musgo luminiscente con apenas registros documentados en la Península Ibérica. Identificado entre investigadores botánicos como Schistostega pennata, la localización de esta planta, brillante como el oro, ha sido descubierta por este periódico de forma fortuita.
Pero la serendipia va mucho más allá de lo anecdótico y de su adscripción al patrimonio natural de la comarca. Podría tener implicaciones en el futuro urbanístico de Vigo. ¿Es eso posible? Hasta el momento, hay una cosa clara: la mina que contiene al musgo, ya de por sí con un singular valor patrimonial, está ubicada exactamente en el trazado del polémico vial de Beade proyectado como dotación en el nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal y que ha sido protagonista de la inmensa mayoría de las alegaciones de la ciudadanía viguesa.
La Plataforma de Afectados por esta nueva vía de alta capacidad sabe de las potencialidades del hallazgo para su lucha social y ya está inmersa en el proceso de catalogación a través de los mecanismos que ofrece la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda.

El Schistostega pennata es el único musgo conocido en la Península Ibérica con la capacidad de reflejar luz esmeralda en unas condiciones de oscuridad bastante densas. Aunque pudiera parecer relacionado, estos reflejos no tienen nada que ver con otros fenómenos naturales como la fosforescencia o la biofotogénesis que, en cierta medida, son producidas por bacterias luminiscentes y “equivalen a oxidaciones lentas capaces de producir luz”, como bien explica el profesor de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) Juan Reinoso en una de las pocas referencias bibliográficas gallegas que existen a este respecto.
La diferencia es fundamental. Lo que realmente llama la atención es esa capacidad extraordinaria de reflejo de la más mínima luz que no es producida por el musgo en sí, sino que lo hace su protonema: el órgano filamentoso y ramificado que nace de las esporas de los briofitos –este tipo de plantas–, y sobre el cual, grosso modo, se desarrollan sus células sexuales. “Es el único musgo conocido con tales capacidades. A parte de ser excepcionalmente raro, tiene una limitación de hábitat muy concreta que condiciona esa rareza”, argumenta Juan Rodríguez, uno de los investigadores botánicos de la USC que más tiempo ha trabajado sobre el Schistostega pennata.
Según toda la bibliografía científica y los expertos consultados por FARO, este musgo luminiscente ha sido localizado en España en apenas una docena de enclaves: “Y quién sabe si en esos sitios que en Galicia fuimos catalogando todavía siguen hoy vivos”, añade Juan Rodríguez, en una clara referencia a la falta de seguimiento por parte de todas las administraciones competentes. El Schistostega pennata está catalogado como “vulnerable” en los dos los listados de referencia de especies en peligro de extinción con influencia en Galicia: el Atlas y Libro Rojo de los Briófitos Amenazados de España, del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico; y en el Catálogo Galego de Especies Ameazadas, de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda.
Esa presencia en dichos listados tiene una implicación legal fundamental. Según el Decreto de 2007 de la Xunta que regula la conservación de especies protegidas en Galicia, el Gobierno gallego está obligado a ejecutar un plan de conservación específico para cada una de ellas ratificado por el Parlamento y en el que han de ser valoradas las posibles formas de preservación de su hábitat. “A realidade é que esta lexislación da Xunta, na práctica, ten poucos efectos”, apunta Manuel Santos, coordinador de Greenpeace Galicia.
Para los ecologistas, este hallazgo revela dos puntos clave. Por un lado: “Amosa a falta de información que temos sobre o noso medio natural que debera estar por riba de calquera actuación urbanística”. Y por otro: “Revela claramente a ineficiencia dos estudos de impacto ambiental e a vulneración da Administración galega da súa propia normativa”.
Hábitat y conservación
Parte de la argumentación es compartida por el histórico botánico Juan Rodríguez: “Una cosa son los planes de conservación en el papel y otra sobre el terreno. Es evidente que en el campo no se aprecian grandes avances ni en este caso ni en otros muchos”, lamenta y propone, “necesitamos seguimientos periódicos y no esporádicos de todas estas especies amenazadas”.
Además, desde el grupo de investigación Botánica de la USC aconsejan varios aspectos para su correcta conservación: “La tendencia que hemos visto en otros lugares es la de taparlo, pero si le quitamos la luz, anularemos su capacidad de realizar la fotosíntesis y, por lo tanto, morirá”. Además, hace un llamado a evitar la masificación turística de estos hábitats sensibles en los que son necesarias unas condiciones de humedad muy concretas y una alta mineralización de las rocas sobre las que se reproduce.
Vecinos de la parroquia ya trabajan en su catalogación con Medio Ambiente
Tras el descubrimiento de la presencia de este singular musgo luminiscente, la Plataforma de Afectados polo Vial de Beade (Avibe), punta de lanza de la oposición ciudadana a ciertas dotaciones del nuevo Plan Xeral, se ha puesto manos a la obra para tratar de blindar cuanto antes el Schistostega pennata. “Estamos trabajando para que la Dirección Xeral de Conservación da Natureza de la Consellería acuda a la parroquia a catalogarlo y sea incluido rápidamente como lugar a proteger”, apunta Ana Pascual, portavoz del colectivo.
Aunque resulta complejo tratar de prever si esto podría afectar a la aprobación del PXOM, sobre la mente de los integrantes de Avibe sobrevuela el antecedente de anulación del Plan Xeral de 2008. En él, el Tribunal Supremo sentenció que debía abolirse por no realizarse, antes de su aprobación, una evaluación del impacto ambiental estratégica adecuada.
Grupos ecologistas, vecinos afectados por el vial de Beade e investigadores botánicos concuerdan en “la importancia de preservar este excepcional musgo” y traen a colación alguno de los casos análogos más sonados. Uno de ellos: el de la construcción de la autovía que une Santiago de Compostela y Lugo. La aparición en el trazado de tres plantas en peligro de extinción forzó al Ministerio de Movilidad, Transportes y Agenda Urbana a cambiar las características de la infraestructura prevista, pasando de ocupar veintisiete a nueve metro de ancho. “Aún así, lo que se hizo allí fue un auténtico destrozo ecológico”, remata el investigador botánico Juan Rodríguez.