El bum turístico impulsa el peso del comercio y hostelería: suponen el 40% de las actividades

Los representantes de comercios, restaurantes y hoteles sonríen de oreja a oreja. El presidente de la Federación Provincial de Hostelería (Feprohos), César Sánchez-Ballesteros, asegura que, cuanta más oferta haya, mejor, ya que eso supondrá un salto de calidad. Vincula este crecimiento al creciente peso del turismo en la urbe, con el “efecto de las luces” a la cabeza. “Las ocupaciones los fines de semana van en aumento. Ahora, solo falta que los propios vigueses se crean que Vigo ya es una ciudad con un nivel turístico de cierta relevancia. Tenemos todos los ingredientes para serlo y para crecer hasta conseguir un grado bastante mayor que el actual. Las cifras reflejan que los empresarios se posicionan para absorber la demanda, que va a más”, explica antes de destacar que el aumento de la competencia en el gremio “es muy saludable para todos”.

“Nuestra Navidad es muy potente y tenemos eventos clave como O Marisquiño o las ferias"

Roberto Giráldez, presidente de la Federación Vigo Comercio, traza una reflexión similar. Pone el acento en un logro clave para el sector alcanzado en los últimos años: la “desestacionalización del turismo”. Es decir, llegan visitantes a Vigo en muchos momentos del año, no solo en verano, como ocurría antaño. “Nuestra Navidad es muy potente y tenemos eventos clave como O Marisquiño o las ferias. Son citas que reúnen a mucha gente, por lo que benefician al comercio”, argumenta. Añade un motivo más para explicar el crecimiento del gremio: “Durante la pandemia, la gente se concienció mucho de la importancia del comercio de proximidad, de tener una buena oferta cerca de casa. Ayudan a dar vida a las zonas, algo que no ocurre con las compras por Internet”. Asegura que el aumento de la competencia, ya sean grandes o pequeñas firmas, genera un “efecto llamada” que es positivo.

Otro sector que crece es el de los hoteles. Su presencia en esta ecuación se justifica con los mismos motivos. Uno de los últimos en abrir fue el Exe, frente al complejo Vialia: a finales del mes de diciembre. La próxima semana, se pondrá a funcionar el complejo con más plazas de la ciudad: el nuevo hotel de Samil, el Attica21. Empieza su rutina el 15 de junio con categoría de cuatro estrellas superior y 157 habitaciones.

El economista Xoán Carmona concreta que es “normal” que el peso del sector servicios tenga cada vez más importancia en una sociedad desarrollada, pero subraya la necesidad de defender “con uñas y dientes” la posición de la industria, que “genera más riqueza por su alta productividad y guía la innovación tecnológica”, dos factores capitales. “Me alarmaría si siguiera subiendo la cifra en detrimento de la industria. Eso supondría que la base productiva de la sociedad se reduzca mientras aumenta el consumo, por lo que se puede producir un desequilibrio: sería insostenible que hubiera muchos bares si la gente no tiene dinero para ir de cañas, un panorama de difícil reversión. Es importante que haya valor añadido, pero la industria es clave”, manifiesta. Opina que sería “mejor” que el papel de la industria fuera más importante en la ciudad y confía en que mejore su estado de salud en un futuro.

Marcos Rodríguez, en La Vendimia, vinoteca ubicada en Teis. Marta G. Brea

“Fue mi momento de montar algo: tengo fuerzas a pesar de ser una mala época”

Marcos Rodríguez puso en marcha la vinoteca La Vendimia a mediados del pasado mes de marzo. El local, ubicado en Sanjurjo Badía, ofrece vinos a granel, etiquetados, espumosos y productos gourmet. Es su primera experiencia al frente de un negocio, y lo hace en el barrio donde vive con su mujer. Se lanzó después de varios años como comercial de vino. “Vi que era el momento de montar algo propio por la experiencia y la edad a pesar de ser una mala época por la pandemia, la invasión de Ucrania o el incremento de los precios. Tenía fuerza y ganas. Llevaba casi dos años con esta idea en la cabeza”, reconoce antes de indicar que, por ahora, la actividad “va bien”. “Los clientes están respondiendo y el bajo, en alquiler, tiene una renta normal; el dueño me dio muchas facilidades”, indica. Lo que “peor” lleva es la subida de los precios. “Por ahora, estoy yo solo. Si la cosa sigue bien, contrataré a una persona”, finaliza.

Jorge Fernández, uno de los responsables de Rosa Lía, con dos trabajadores. Marta G. Brea

“Quedó un local vacío en Rosalía y aprovechamos la oportunidad”

El músculo hostelero se fortaleció en marzo con la apertura del bar Rosa Lía, en la calle Rosalía de Castro, donde trabajan seis personas. Lleva la firma del Grupo Atlántica, que cuenta con más locales del mismo sector en el entorno, como el Portobello, en A Laxe. Cócteles, cerveza de tanque y desayunos conforman el ADN de este nuevo establecimiento en uno de los puntos de ocio con más tirón de la ciudad, sobre todo, en tardes soleadas y por las noches el fin de semana. El auge turístico de la ciudad, con la Navidad y el verano como adalides, está detrás de este movimiento, con el que el grupo persigue cubrir una demanda creciente en un espacio que coge fuerza. “Es una zona consolidada y se encuentra en expansión turística. Aprovechamos la oportunidad para meternos en esta calle porque quedó vacío el local”, indica Jorge Fernández, uno de los socios.