Llego a casa tras comer unos pescaditos en el Lobo del Mar, ahí en la rúa Anguía del barrio viejo, con esa cultura del freír que solo tienen los andaluces allá y María Vázquez en Galicia. Por algo lleva ahí 48 años. Antes tomé el aperitivo con Maribel y Nemesio Barxa en el Cosmos y, aún antes, a media mañana, coincidí en la Praza da Princesa con Pepe Bordallo y su amada Olga González, lectora empedernida, Coño, cómo que no sabes quién es Pepe Bordallo, uno de los tipos más conocidos de Vigo con su hermano además del Cristo de la Victoria. Será que eres un chavalín del reggaeton o así, porque los Bordallo bordaron con su música y en Los Zuecos la movida musical de Vigo de los 60. No sé cómo hace este Pepe para tener tan buena relación con la vida sin pedirle ni pompas ni boato, sino la sobria tranquilidad de su retiro campestre casi sin salir de Vigo. Yo llevaba en la mano las 1700 páginas de Los libros del Nuevo Testamento, la obra magna de Antonio Piñero que presenté hace unos días, que se lo iba a prestar a la psicóloga Pilar Álvarez. Vi que Olga lo miraba con sana envidia y ella me dijo que leyer a La leyenda dorada, del dominico Santiago de la Voragine, también sobre los evangelios, santos y mártires, Sí, pero una es científica, la segunda confesional.

De Sálvame y Morgadance

No oculto que, al llegar a casa tras la comida, abrí la tele para echar un duermevela y me aparecieron los de Sálvame enfrascados en una reivindicación radical: ¡Peluquería y maquillaje para todos!, gritaba una parte contra la otra, acusándola de ser mejor atendida tras los focos.¡Qué envidia me dieron por su manera de ganar cuartos haciendo naderías! En ese momento me llamó Luis Sangiao desde La casa de la abuela (Zapateira 8, Canido), se lo conté y me dijo: “gilipollas somos nosotros, que trabajamos toda la vida para nada”. Por de pronto, Luis, que tuvo en Vigo más salas y conciertos que nadie, me dijo que en su casa de la Abuela tienen para hoy, desde las 21:30, a Joaquín Morgado, ex “Bromea o qué” en los 80 y, tras mucha historia metido hora en su proyecto personal, Morgadance. Ahí lo tenéis hoy.

Y que vuelve Emilio Gil

Y estoy citado a finales de mes en Vigo con Emilio Gil, pionero del diseño gráfico en España, un veterano creativo, investigador, articulista... de extraordinario saber a quien conocí hace años en esta ciudad. Vuelve a la entrega de los Premios de Diseño de la Asociación de Conserveros y la Fundación Banco Sabadell, de los que ha sudo jurado. Uno de sus últimos trabajos fue para la Bienal de Venecia de este año y Hussain Aga Khan, en el Museo di Storia Naturale.

¡Qué fabada cadavediana! Deben ser, calculado a bote pronto, más de 40 fabadas las que Pepe Cadavedo lleva organizado una vez por año, y hasta se dice que Feijóo llegó a donde llegó por haber participado en alguna de ellas. En días pasados la celebró en el Pazo Baión de Vilanova de Arousa, la ex propiedad de Laureano Oubiña, rehabilitado (el pazo) por César Portela, y hoy bodegas de espléndida alcurnia vinatera. Casi 40 invitados en esta edición, con entrantes servidos por Ruta Xacobea, arroz con leche traído del restaurante Teatinos de Oviedo y Condes de Albarei como anfitrión. No digo más, mirad qué felices.