El aparatoso incendio sufrido por la piscina de Teis el sábado por la noche entra en una nueva fase. En la mañana de este lunes los miembros de la Policía Científica acudían a la instalación municipal para realizar un informe sobre el fuego que provocó el cierre y vaciado del recinto este fin de semana.

Junto a ellos estuvieron presentes el concejal de Deportes, Manel Pérez, el director técnico de la instalación y representantes de la corredoría de seguros y Aqualia.

Estas pesquisas se sumarán a las ya realizadas y remitidas por los Bomberos que acudieron a última hora del sábado a la calle Coutadas después de que una gran humareda sorprendiera a todos los vecinos del barrio.

El alcalde de la ciudad, Abel Caballero, apuntaba en rueda de prensa que en "24 o 48 horas se sabrá el alcance definitivo de los daños", los cuales apuntaba a que eran "singulares" ya que el fuego fue bastante importante.

El regidor también ha dado cuenta de las medidas adoptadas con los 1.200 usuarios de esta instalación inaugurada en noviembre del año 2000. Ya que por el momento se desconoce durante cuánto tiempo va a permanecer cerrada, se les ha ofrecido la posibilidad de ser reasignados en otras piscinas o recuperar el importe de su abono.

De esta manera, el Concello trata de "minimizar el impacto en los usuarios" de una incidencia sobre la que de momento no hay ninguna hipótesis clara. Según el regidor, se originó mediante dos focos en la planta baja.

Cuatro horas de extinción

El fuego, que causó una gran columna de humo visible desde distintos puntos de la ciudad y cuyas labores de extinción se prolongaron durante cuatro horas, se originó en el cuarto de contadores eléctricos cuando el centro deportivo ya estaba cerrado al público.

La intensa humareda se expandió por toda esa planta baja hasta las zonas en las que están la piscina, el gimnasio, los vestuarios y la parte administrativa, áreas que también se vieron severamente afectadas. El siniestro obligará a retirar el agua que había la piscina debido a la contaminación sufrida y a realizar una limpieza de carácter industrial.

El núcleo del incendio se situó en un cuarto de contadores eléctricos localizado en la planta baja. Parte de la humareda se disipó por todo ese mismo nivel del edificio, desplazándose a la zona en la que están la piscina, el gimnasio, los vestuarios y la parte administrativa.

Prácticamente toda la planta baja resultó gravemente dañada, aunque afortunadamente las llamas no alcanzaron los depósitos de cloro. Los bomberos explicaron que, desde el cuarto de contadores donde se originó el fuego, el humo fue expandiéndose por las bandejas de cables por las zonas de la sala de calderas y del depósito de agua.

Las labores de extinción se prolongaron tanto tiempo debido a la dificultad que tuvieron los efectivos para ventilar la zona, ya que las ventanas de la instalación carecen de apertura, por lo que tuvieron que utilizar ventiladores. Durante estas labores hubo que cortar temporalmente los suministros de agua y luz en la zona.