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“¡Guapo, guapísimo! ¡Qué humano es!”

Una multitud recibió al monarca con gritos de “Viva el Rey” en su primer acto tras reunirse con su padre | Él correspondió mostrándose cercano y deteniéndose a saludar a los ciudadanos

Felipe VI es aclamado en Vigo con vítores de "¡Viva el rey!"

El monarca saluda a los ciudadanos que esperaban junto a la Ciudad de la Justicia Fotos: M. G. Brea / Casa de S. M. el Rey

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El monarca saluda a los ciudadanos que esperaban junto a la Ciudad de la Justicia M.F.

La de ayer no era una jornada más en la agenda oficial del Rey. La inauguración de la Ciudad de la Justicia de Vigo era su primer acto oficial tras reunirse el día anterior con su padre Juan Carlos I en el Palacio de la Zarzuela. El rey emérito viajó a Madrid, antes de regresar a Abu Dabi, tras pasar el fin de semana en Sanxenxo en la que fue su primera visita a España tras casi dos años. Si la visita de Felipe VI a la urbe olívica era una prueba de fuego tras los acontecimientos de los días anteriores, la superó y con creces. Porque en Vigo se dio un baño de masas, tras ser recibido por los ciudadanos con aplausos, vítores y gritos de “Viva el Rey”.

“Viva el Rey”, “Viva Felipe”, “Viva España”, se escuchó entre la multitud que se congregó ante la Ciudad de la Justicia, donde el dispositivo policial era llamativo. En las ventanas y balcones de los edificios cercanos también había ambiente y no fueron pocos los que colgaron banderas de España para recibir al monarca. Felipe VI fue aclamado a su llegada e incluso hubo gritos de “Viva la Reina”, tras confundir los presentes a la ministra de Justicia, Pilar Llop, con doña Letizia, que no viajó a Vigo. A modo de anécdota, Llop fue compañera de promoción del juez decano vigués, al que ayer tuvo la oportunidad de saludar.

Una multitud recibió a Felipe VI con gritos de “Viva el Rey”

Los ciudadanos estuvieron esperando durante las dos horas que duró la visita del monarca al nuevo edificio judicial y a su salida se repitieron, aún con más énfasis, los aplausos y vítores. Tal fue la acogida que, antes de partir con dirección a la feria Navalia, su Majestad no dudó en saltarse el protocolo, o al menos flexibilizarlo, para agradecer, en un gesto espontáneo, las muestras de cariño y admiración de los vigueses. Felipe VI se mostró muy cercano y sonriente con las personas allí congregadas y recorrió varios metros, deteniéndose para saludar y dar la mano a muchos de los que esperaron pacientemente a que concluyese la inauguración. Amablemente el monarca, eso sí, evitó pronunciarse sobre el reencuentro del día anterior con su padre, ignorando de forma elegante las preguntas de los numerosos medios de comunicación que había entre la multitud.

El monarca saluda a una de las ciudadanas que esperaba junto a la Ciudad de la Justicia

La reacción del Rey de acercarse sonriente a los ciudadanos fue muy positivamente valorada por los que le dieron tan buena acogida. “¡Guapo, guapísimo!”, gritaba una mujer. “¡Qué humano es! ¡Qué gran gesto ha tenido, este es un Rey como dios manda!”, decía otra. “¡Sí señor, nos saludó uno a uno! Qué paciencia tuvo”, destacaban dos vecinas de Vigo que llevaban allí desde primera hora de la mañana. “Le dimos la mano, es una gran ilusión”, resumían.

El Rey saluda a la gente congregada en la puerta Casa Real

No solo hubo vítores para Felipe VI. El expresidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, también fue recibido y despedido con gritos de “presidente”. Y hubo “vivas” asimismo para el alcalde, Abel Caballero. “¡Caballero! ¡Qué grande!”, gritaron desde un sector, mientras desde la otra esquina de la acera le decían: “¡Viva Vigo! ¡Viva Caballero!”

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