Aunque para la gran mayoría de los vigueses la pandemia va camino de convertirse en un mal recuerdo, aún hay un vecino que no logra levantar cabeza después de los dos últimos años. El Dinoseto, a diferencia de otros iconos del pasado, continúa en su destierro en la Plaza de Compostela a la espera de que alguien se preocupe por sus cuidados.
Un deterioro que han provocado que, coincidiendo con el séptimo aniversario de su primera aparición en la calle Rosalía de Castro, le hayan salido “rastas” por la cabeza, piernas y cuerpo.
El querido arbusto y su Dinosetito permanecen en la esquina de la Alameda con la calle Reconquista desde el 3 de noviembre de 2020 y ni siquiera el bullicio de la Navidad viguesa, en la que le colocaron un gorro y una corbata con LED, evitaron que quedara eclipsado por la gran noria como nuevo símbolo de la ciudad.
A pesar de que las flores y jardineras ubicadas a su alrededor se mantienen con su mejor aspecto, los dos dinosaurios han visto como sus nuevos brotes han crecido descontrolados mientras otras partes se secan.
No es la primera vez que la floral escultura sufre problemas de mantenimiento, ya que en su primer verano de vida se vio falto de riego y podas pese a su importante auge. Sin embargo, el estar en una ubicación más céntrica permitía que estos problemas fueran subsanados rápidamente.
El 19 de mayo de 2015 veía la luz por primera vez una escultura floral inusual hasta entonces. Apenas permaneció unas horas en la rotonda de Rosalía de Castro con Oporto, pero las suficientes para que su almacenamiento en una finca de Cabral durante las semanas siguientes disparara la rumorología sobre el mismo.
Aunque su destino original era un parque infantil en Navia, el éxito de su nuevo traslado junto a la Praza da Princesa a mediados de junio descartó esa posibilidad.
Estudiantes, familias, turistas, jugadores del Celta o incluso el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se rindieron a los encantos del animal; que además resultó ser una hembra y ese mismo otoño pondría su primer huevo. Tampoco faltaron los actos vandálicos de quienes trataron de cabalgarlo o colgarse de sus ramas, llegando a ser sus defensores agredidos.
En el momento de su traslado el Concello confirmó que regresaría a Porta do Sol cuando las obras para la peatonalización de la plaza finalizaran. A pesar de que deberán estar finalizadas a principios de agosto y ya hay amplios tramos abiertos con el nuevo pavimento, por el momento no se han producido anuncios al respecto.
