La construcción de la ermita de A Guía encara el fin de su construcción 70 años después de su proyecto inicial. Aunque este icono de la ciudad olívica pudiera parecer culminado, la verdad es que todavía estaba sin terminar.
El diseño, realizado a principios de la década de 1950 por arquitecto Manuel Gómez Román, se quedó incompleto. Pero esta semana —al fin— se rematará. La gigante escultura del Cristo del Sagrado Corazón prevista en inicialmente —puede contemplarse en la maqueta de la fotografía que encabeza este reportaje— coronará la ermita a partir del miércoles.
La ermita no solo es un símbolo del skyline vigués que ahora ganará un nuevo protagonista, sino también todo un icono para los marineros y, durante muchos años, un punto de referencia para la navegación. Antes de esta ermita se levantaba otra que había sido construida en el sigo XVI. Fue a principios de la década de los años 50 cuando se decidió levantar la actual. El primer encargo fue para el prestigioso arquitecto porriñés Antonio Palacios, pero por diferentes motivos —entre ellos los económicos— su proyecto no cuajó.
El encargo recayó finalmente en el arquitecto Manuel Gómez Román en el año 1951. Fue entonces cuando también se decidió dedicarla a la Virgen de A Guía (Nuestra Señora de As Neves) y al Sagrado Corazón de Jesús. El templo se inauguró el 4 de agosto de 1953. Casi 70 años después, la enorme escultura de Cristo lucirá al fin desde esta semana en lo más alto de la ermita, tal y como se proyectó inicialmente.
Gómez Román diseñó una ermita de forma rectangular con la gran torre central. Sin embargo, este último elemento característico tuvo que recortarse por motivos económicos. Lo mismo habría ocurrido con la gran escultura del Sagrado Corazón que ahora coronará el templo.
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Hoy, a partir de las seis de la tarde, se empezará a colocar la escultura gigante en el templo de A Guía, que lucirá ya instalada el próximo miércoles a mediodía, según las previsiones del Concello. Tiene 6 metros de alto y pesa 6 toneladas. Fue construida por la Escola de Cantería de la Diputación y cedida por el ente provincial.
La instalación del Cristo tiene un coste de 84.000 euros, actuación financiada entre Concello y Diputación de Pontevedra, que culminará con la colocación de una corona metálica.