El proceso de expansión por toda la ciudad para la vuelta de O Marisquiño a la normalidad continúa. Después de confirmar el traslado de las competiciones de skate a la playa de Samil; el otro deporte olímpico de su programa también se muda lejos del Náutico. Los organizadores del festival presentaron ayer, acompañados del Concello y la Diputación de Pontevedra, a la plaza pública de Vialia como nuevo escenario para los partidos de baloncesto 3 contra 3.

De esta forma, el espacio diseñado por Thom Mayne, en “que hace cinco años era un agujero” según recordó el alcalde, contribuirá a proyectar una imagen de una ciudad moderna, urbana y con un retorno económico para nuevos barrios de la ciudad.

La estación de tren de Urzáiz y la intermodal de autobuses servirán de punto de llegada para el público más joven a la ciudad.

Caballero (centro) , conrepresentantes de Vialia, O Marisquiño y Concello. R. Grobas

La cancha contará con un acceso gratuito y tendrá al resto de instalaciones para deporte urbano, los servicios de restauración o las vistas del skyline de la ciudad y la ría como complementos de primer nivel en el espacio que fue cedido de forma oficial por Vialia al Concello.

Ya en la edición del año pasado, celebrada pocos días después de los Juegos Olímpicos de Tokio, se registró una participación de primer nivel internacional que se repetirá con la presencia de 24 equipos masculinos y femeninos los días 12, 13 y 14 de agosto. Además, la prueba será clasificatoria para competir en un torneo Challenger 2022 de la FIBA.

Junto con el regreso 15 años después de las pruebas de skate a la playa de Samil, la organización ha puesto en marcha una estrategia 2022-2025 “de amplificación por la ciudad del evento” para conectar con las familias y facilitar la asistencia.

Esta estrategia culminará con la edición del 25º aniversario dentro de tres años y aseguran que tuvo al baloncesto como “deporte estratégico” en la misma.

De esta forma y después de varios intentos de trasladar los conciertos lejos del eje de As Avenidas –Auditorio Mar de Vigo, O Castro y Praza do Rei fueron algunos de los en los que no cuajaron– la estrategia para evitar que su éxito ahogue su crecimiento al contar con un espacio limitado en la zona portuaria y no poder cobrar entrada al público, uno de sus principales puntos fuertes y debilidades.

Esta estrategia fue refrendada por el alcalde de la ciudad, Abel Caballero, quien situó a O Marisquiño como el festiva urbano de verano más importante de Europa y quiere “que sea el mejor del mundo” ya que “en eso estamos trabajando”.

El regidor también destacó el “gran entusiasmo en la ciudad por descubrir este espacio que ya está lleno de gente” y apostaba por diversificar la economía y el ocio de la ciudad.

La presidenta de la Deputación de Pontevedra destacaba al festival como uno de los dos grandes elementos de atracción más importantes Vigo. Carmela Silva considera que “llevar a O Marisquiño a lugares como esta plaza habla de ser una ciudad avanzada”.

Al mismo tiempo, lo incluía dentro de la marca de festivales potenciada desde el ente provincial que “destacan por su compromiso social con la igualdad y la sostenibilidad”. Ambas administraciones han incrementado su subvención al festival hasta los 600.000 euros.