Buzos de la Unidad de Buceadores de Ferrol, pertenecientes a la Armada, localizaban alrededor de las cuatro de la tarde de ayer el cuerpo sin vida del menor de 10 años de Vigo al que buscaban en el Miño, en Arbo, desde el sábado por la tarde. Veinte horas después de que el menor, L.R.I., fuese arrastrado por la corriente, su cadáver apareció unos 350 metros río abajo, sumergido y enganchado en una rama en la zona de la pesqueira dos Frades, informó la Guardia Civil. El día anterior justo tras la tragedia ya había sido recuperado el cuerpo de su padre, Luis Carlos R.C., de 42 años, que intentó sin éxito rescatar al mayor de sus dos hijos, que había entrado en el agua para tratar de coger una chancla que se le había escapado.

El cuerpo fue localizado por los buzos aprovechando que el agua del río, que mantuvo gran turbidez durante la mañana, se clarificó, lo que fue aprovechado por los equipos para intensificar la búsqueda, con todas las precauciones necesarias dada la gran peligrosidad del Miño en ese lugar. El punto donde ocurrió todo es una zona donde se suele practicar rafting.

Drones y lanchas: así está siendo la búsqueda del menor arrastrado por el río en Arbo

Drones y lanchas: así está siendo la búsqueda del menor arrastrado por el río en Arbo Anxo Gutiérrez | Edgar Melchor

Aunque no se dejó de observar el río durante la noche del sábado y la madrugada del domingo, los trabajos se intensificaron a primera hora de ayer, con la luz del día, en una zona próxima al puente internacional de Arbo, indicó el capitán de la Guardia Civil de Tui, Javier Martín, revisando las pozas. El comandante naval del Miño, Pablo Redondo, destacó la peligrosidad por los recovecos entre las piedras que junto a la presión del agua forma remolinos.

Estuvieron trabajando el Grupo de Apoio Loxístico (GALI) de la Axencia Galega de Emerxencia (AXEGA) con drones, los equipos especializados del equipo Pegaso de la Guardia Civil, bomberos de Ponteareas, voluntarios de Protección Civil de Ponteareas y equipos de los Bombeiros Voluntarios de Melgaço. Y a primera hora de la tarde se incorporó a la búsqueda subacuática un robot submarino, un pequeño artilugio capaz de peinar las zonas más ocultas y encontrar anomalías, que fue introducido en distintas cavidades para colaborar con los buzos, comenzando por aquellas próximas al lugar de la tragedia.

A las 16.00 horas, mientras dos buzos trabajaban en el entorno de la Pesqueira do Frades a más de 350 metros del lugar donde se produjeron los hechos, encontraron al menor enganchado por una rama. Como en otros puntos del río, los buzos se sumergieron agarrados con cuerdas por sus compañeros ya que a pesar de que las compuertas del embalse de Frieira se cerraron parcialmente y el nivel descendió unos dos metros, las corrientes eran muy fuertes y se formaban remolinos.

El suceso se había desencadenado en torno a las siete del sábado en el área ubicada en las proximidades del puente internacional que comunica la localidad de Arbo con la portuguesa de Melgaço. Al parecer, el niño se cayó al agua cuando trataba de recuperar una chancla que se le había escapado y el padre se tiró a rescatarlo. Con ellos estaban la madre y otro hijo, de 8 años. Aunque en un primero momento el padre logró agarrar al menor, la corriente los golpeó contra las piedras y no pudo sujetarlo, según testigos.

amiliares del padre y el niño desaparecido fueron atendidos ayer en Arbo por personal médico Anxo Gutiérrez

La Comandancia Naval del Miño, la Guardia Civil, bomberos de Porriño, voluntarios de Protección Civil y efectivos de las fuerzas de seguridad de Portugal se desplegaron por las orillas del Miño en busca de ambos. Al progenitor lo encontraron con señales de ahogamiento tras 50 minutos en el agua. Los sanitarios trataron de reanimarlo pero ya no fue posible. Dos helicópteros, el “Pesca 1” del Servizo de Gardacostas de Galicia y el del 061 con base en Ourense, se sumaron al operativo y fue uno de ellos el que trasladó el cuerpo. Vecinos y pescadores se incorporaron también de forma voluntaria a la búsqueda del niño.

Luto oficial

El alcalde de Arbo, Horacio Gil, se mostró consternado y avanzó que hoy se reunirá la Corporación para decretar luto oficial. Envió su apoyo y solidaridad a la familia. “Estamos dolidos por esta tragedia que ha golpeado con fuerza a una familia de Vigo, no tengo palabras para expresar el dolor que siento”, dijo.

La peligrosidad del tramo internacional del Miño esta escrita en numerosas muertes. La gentes de la comarca aún recuerdan el trágico accidente de dos menores, en Salvaterra, en 2013. Eran dos hermanos de 11 y 9 años, de nacionalidad marroquí, que murieron al ser engullidos por el río al que cayeron mientras jugaban.

El momento de la retirada del cadáver del niño. / ANXO GUTIÉRREZ

El Comandante Naval del Miño explicó, momentos antes de localizar el cadáver del niño, que la idea del operativo era peinar el Miño durante días hasta encontrar el cuerpo. Tras observar la superficie, la seguridad que estaba en una cavidad del río era la principal hipótesis. Finalmente fue hallado enganchado en una rama a una distancia relativamente corta del lugar de los hechos, teniendo en cuenta los rápidos que existen en esta zona, uno de los paraísos del descenso de rafting.

Familiares

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El cadáver fue retirado por la estación de tren de Arbo, llevando el cuerpo a través del andén por las vías. Para ello se trasladó al lugar un furgón fúnebre que se situó ante la puerta de acceso a la obsoleta estación. A las 17.40 horas el furgón salía de Arbo para dirigirse al Hospital Nicolás Peña de Vigo, a donde ya había sido llevado el cuerpo del padre, para los exámenes forenses y las autopsias.

Sanitarios del PAC de A Cañiza fueron el sábado al lugar de los hechos. Otro equipo del PAC de Ponteareas se trasladó esa noche a dicha localidad para atender a los padres de la esposa y madre de los fallecidos, que sufrieron un ataque de ansiedad.