Mejorar –y definir– el proceso diagnóstico, criterios de derivación y la continuidad asistencial de los pacientes con patologías cardíacas es el objetivo del I Congreso que tuvo lugar ayer en el Hospital Álvaro Cunqueiro, dirigido por profesionales y facultativos del Servicio de Cardiología del Chuvi así como médicos de varios centros de salud del área sanitaria de Vigo.

Hoy continuará a la ponencias en torno a este proceso asistencial, que se ha hecho en colaboración con el Servicio y Atención Primaria y viceversa, atendiendo también a las particularidades de casa síndrome o patología. “Buscamos establecer una continuidad entre Cardiología y los profesionales de Atención Primaria; la coordinación no s la óptima y buscamos una mejor continuidad en los cuidados para el paciente”, esgrime el doctor Andrés Íñiguez, jefe del servicio de Cardiología del Cunqueiro, y también presidente de la Fundación Española del Corazón (FEC).

De forma concreta, esta continuidad se centra en varios procesos asistenciales, desde síndromes como soplos, palpitaciones, dolor torácico, disnea, síncope o alteraciones del electrocardiograma en pacientes asintomáticos hasta patología cardiovasculares establecidas como cardiopatías isquémicas crónicas, insuficiencia cardíaca crónica y fibrilación auricular. El proceso se inicia con la identificación de criterios de sospecha por parte el facultativo de Atención Primaria para el posterior correcto seguimiento y control del paciente.

Procesos

Así, por ejemplo, de esta guía asistencial, en el caso de palpitaciones, desde Atención Primaria se recopila toda la información sobre las dolencias del paciente así como otros factores relevantes (anamesis) así como una exploración física y un electrocardiograma (ECG).

Si en los resultados se aprecia un alteración del ritmo, atendiendo a si se trata de una taquicardia sinusual o una arritmia sostenida se decidirá su derivación directa al especialista o a un tratamiento específico en Atención Primaria, por ejemplo, si las palpitaciones se explican con un alto ejercicio físico, anemia, fiebre, estrés o ansiedad. En el caso de que se trate de una sospecha de cardiopatía estructural, la derivación a Cardiología será de forma inmediata.

Otro ejemplo, el padecimiento de dolor torácico. Aquí se plantean dos escenarios clínicos, si se trata de una patología agudo o crónico. El primero se clasificará si se ha producido dentro de los últimos 30 días. La atención se realizará en un contexto de urgencia, considerando en primer lugar el síndrome coronario agudo y otros posibles problemas con riesgo vital.

En cambio, si este dolor torácico excede de los 30 días pasará a considerarse crónico. En estos casos, procederá la derivación al especialista.

El congreso, iniciado ayer, continuará hoy de 09.00 a las 14.00 horas.