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El AVE Vigo-Oporto se ahoga al llegar al Miño: estos son los motivos de queja de Portugal

El ministro de Infraestructuras pidió "dar corda aos sapatos" para que el país luso no tenga que acometer una inversión extra en Valença | España reordena sus prioridades ante las exigencias de la UE

Puente internacional sobre el río Minho entre Tui y Valença Víctor P. Currás

El contundente mensaje del ministro de Infraestructuras luso el pasado viernes sobre la planificación de la Alta Velocidad transfronteriza sigue resonando. Pedro Nuno Santos instaba al gobierno español a “dar corda aos sapatos” para evitar la descoordinación en la construcción del nuevo trazado entre Vigo y Oporto, asegurando que ellos llegarían antes a la frontera.

Y es que a pesar de que en el país vecino aún no hay en servicio ni un solo kilómetro de estas infraestructuras, su legislación les permitiría ganar esta carrera hacia el río Miño.

Desde el pasado mes de octubre se encuentra en redacción el Estudio Informativo para la Salida Sur de Vigo; en el que se analizarán todas las alternativas para prolongar el Eje Atlántico más allá de Urzáiz. La apuesta del alcalde y de la mayoría de los técnicos siempre ha sido la construcción de un nuevo túnel pasante bajo la Avenida de Madrid que llegara hasta la zona de As Gándaras.

Sin embargo, el exsecretario de Infraestructuras, el lucense Sergio Vázquez Torrón, dejó la puerta abierta a un ramal en Redondela desde el túnel de As Maceiras ya que se elegiría “la solución más eficiente”.

Por el momento, y a diferencia del estudio hidrogeológico de la variante de Cerdedo hacia Ourense que acabará este mes de junio; el ministerio de Transportes no ha avanzado ninguno de los resultados ni hipótesis.

La principal duda desde el lado portugués llega sobre el ámbito de actuación del mismo, ya que si bien indica que “se considerará el grado de adaptación a las infraestructuras ferroviarias portuguesas que se extiendan hasta el paso fronterizo entre Valença y Tui, incluyendo un posible nuevo itinerario independiente”; no se especifica en los pliegos del contrato si el nuevo proyecto abarcará los 17 kilómetros hasta Guillarei o solamente el enlace en el término de O Porriño.

Esta falta de información ha encendido las alarmas en el departamento de Pedro Nuno Santos, que parece dispuesto a acometer el necesario impulso a la Alta Velocidad en el país vecino tras dos décadas de intentos fallidos. Su objetivo es tener operativos los 70 kilómetros entre Braga y Valença en 2030 tras una inversión cercana a los 1.200 millones de euros; siendo el trazado más complejo de toda la línea hacia Oporto.

Simón Espinosa

Sin embargo, en caso de que no se ejecutara el nuevo Puente Internacional sobre el Miño –previsto en el entorno de la EDAR de Guillarei– deberían construir un ramal provisional que lo conecta a la vieja línea en la villa fronteriza. Esta solución, de “remota viabilidad ambiental”, permitiría aprovechar las mejoras de tiempos mientras no ambos gobiernos no ejecutaran los seis kilómetros conjuntos en el tramo internacional.

Es por ello que Infraestructuras de Portugal destacaba en un encuentro con los responsables de varios puertos ibéricos el pasado 21 de febrero en Sines que “las inversiones en España y Portugal son mutuamente dependientes”.

Prioridad en Extremadura

El mensaje del principal aspirante a suceder a Antonio Costa como líder del Partido Socialista ha sorprendido a todos los expertos en infraestructuras en ambos países; coincidiendo además con el 30º aniversario de la inauguración de la línea Sevilla-Madrid que sentó las bases de la tercera red de Alta Velocidad más extensa del mundo.

Cabe recordar que el Eje Atlántico, hoy una de las joyas de la corona de la Media Distancia para Renfe pese a sus problemas de explotación, quedó “capado” en la década pasada ante la inacción de los vecinos portugueses. En lugar de extenderse hacia Tui y Ferrol, la crisis económica y la ausencia de un proyecto claro evitaron que se licitaran los contratos en los 78 kilómetros restantes.

“En el año 2012 el gobierno luso paralizó la continuidad de su línea de alta velocidad hacia Oporto por lo que se decidió no someter a información pública el estudio y aplazar el desarrollo de la salida sur de Vigo” apuntan desde el Ministerio de Transportes en el pliego de condiciones del contrato para el nuevo estudio.

A la espera de una eventual designación de la candidatura ibérica para organizar el Mundial de fútbol de 2030 que acelerara estas inversiones, el Ministerio de Transportes tiene claro dónde deben centrar los esfuerzos presupuestarios para cumplir con las exigencias llegadas desde Europa.

La Comisión Europea ha situado el corredor Lisboa-Badajoz-Madrid como parte de su red básica en el tráfico de mercancías (por Puertollano) y pasajeros (por Plasencia) que deberá estar lista en el comienzo de la próxima década. Por otra parte y a pesar de las exigencias de los agentes económicos y políticos gallegos, la línea Vigo-Oporto apunta al 2040.

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