Robar a la que quieres que se convierta en tu jefa no es la mejor forma de encontrar un nuevo trabajo. Cae de cajón para cualquiera, menos para la asaltante viguesa que el pasado lunes decidió hacer un dos por uno en la Papelería Panda Boheme, en la calle María Berdiales: robar material pero, de paso, dejar su currículum vitae para trabajar allí.

Todo comenzó con una mujer de unos 40 años que entró en la tienda y curioseó por ella con la intención de, presuntamente, "comprar unos regalos para su fiesta de cumpleaños", y dejar un currículum vitae para optar a un puesto de dependienta.

En un descuido de la dueña, la ladrona cogió de una de las estanterías las hojas de un cuaderno de dibujo de grandes dimensiones -unas 600 páginas, 2 kilos de peso- y se las escondió en una bolsa de supermercado que llevaba en la mano, sin que en un primer momento nadie se diese cuenta del hurto.

Las alarmas saltaron después, cuando la responsable del local se percató de que una de las estanterías había quedado vacía, sin que ella recordase haber vendido ese cuaderno cuyo precio rondaban los 35 euros. Panda Boheme es una tienda especializada en material de dibujo, cuenta con marcas especializadas e internacionales, y vende, por ejemplo, el mejor lápiz de dibujo del mundo.

Extrañada, la mujer se puso a revisar las cámaras de seguridad, con tan "mala suerte" -para la ladrona- de que precisamente una de las cámaras se hallase escondida en la estantería donde tuvo lugar el robo. Inmediatamente reconoció a la clienta a la que, horas antes, le había entregado un currículum para trabajar en su establecimiento.

Las sospechas se convirtieron rápidamente en certezas, ya que la dueña del establecimiento no tuvo más que revisar el currículum de la asaltante para tener acceso tanto a su número de teléfono, como a su correo, y hasta a sus redes sociales. De hecho, la responsable de Papelería Panda Boheme se puso en contacto con la ladrona por Instagram, ofreciéndole devolver el cuaderno a cambio de dejar correr el asunto, sin que hasta el momento haya recibido ninguna respuesta por parte de la ladrona. También la llamó por teléfono, pero la mujer no le cogió.

"La historia es surrealista", asegura Ana Sevilla, dueña del establecimiento. "Al principio te fastidia, pero ahora ya me río", cuenta. "Nos han robado en otras ocasiones algún bolígrafo o algo más pequeño, pero este cuaderno era enorme y fue algo muy cantoso", añade.

Por el momento, Ana quiere dar margen a la ladrona para que pueda devolver lo sustraído, "aunque a estas alturas dudo que lo haga", por lo que hasta el lunes que viene no irá a poner la denuncia ante la policía: "Tenemos las imágenes y todos sus datos".