Nuevos servicios, viejos problemas. El estreno de la línea “A” por parte de Vitrasa esta semana en el autobús urbano adolece de las mismas carencias de la antigua línea 9A, fusionada con la 8, que prestaba servicio al aeropuerto de Peinador.

Pese a que el la terminal viguesa cuenta con una veintena de vuelos diarios de media, ni siquiera la creación de las lanzaderas con el rótulo “A1” desde la Plaza de Eugenio Fadrique logra prestarles un servicio realmente útil.

Al mismo tiempo, estos autocares hacia la terminal viguesa siguen sin estar adaptados a las necesidades de este tipo de viajeros. De esta forma, no existe un compartimento para las maletas de los viajeros; que cuentan con unas necesidades claramente diferenciadas de los usuarios del bus urbano diarios por un itinerario completo de 25 kilómetros y que para también en el entorno de Vialia o la Estación Marítima.

Especialmente doloroso es el horario de la primera salida a Peinador. El “A1” que parte a las 5:21 de la mañana de la Avenida de Castrelos 33 emplea un poco más de media hora en alcanzar el aeropuerto; aunque este ajustado horario complica enormemente el llegar con garantías al vuelo más madrugador que sale a las 6:35 hacia Madrid. Solamente con adelantar su salida unos minutos, el grueso de pasajeros de esta conexión -crucial para negocios y enlaces internacionales- dejaría de depender del taxi o los aparcamientos que multiplican por veinte su coste.

A lo largo de la mañana, el resto de frecuencias en días laborables dibujan una antelación en la llegada de entre 50 y 90 minutos, suficientes para superar los controles previos si no hay necesidad de facturar equipaje; aunque se podrían haber “perfilado” un poco más. De esta forma está garantizado un paso por hora como mínimo aunque la cadencia no es fija, un aspecto negativo que se repite en toda la línea.

Los dos últimos vuelos del domingo, sin embargo, están condenados al taxi. Ni el aterrizaje de Iberia procedente de Madrid a las 23:30 ni el Air Nostrum de Bilbao a las 23:40; ambos ideales para aprovechar el fin de semana en estas ciudades, permiten el enlace con el último autobús con salida a las 23:06.

La nueva línea de Vitrasa pasa a denominarse A: Campus Universitario-Aeropuerto de Vigo.

Situación similar se repite por la mañana, cuando los aterrizajes procedentes de Barajas de Air Europa (7:40) e Iberia (8:45), además del Vueling de Barcelona (8:50); deben esperar al primer bus hasta las nueve y media. Y al mediodía, los viajeros de Valencia, Palma y Gran Canaria deben esperar más de media hora por la falta de coordinación.

Según la empresa concesionaria, esta fusión ha sido consensuada con varias entidades vecinales. Desde el BNG denuncian que se ha realizado para ahorrar costes y supone la supresión de 30 frecuencias diarias.

Puedes consultar todas las paradas y los horarios de esta nueva línea entre la Universidad y el aeropuerto de Vigo en este enlace.