Probablemente muchos de los más de 5.000 participantes en la Vig-Bay 2022 del pasado domingo no se dieron cuenta, pero un conductor en estado ebrio se coló en la zona de seguridad delimitada para los corredores y obligó a intervenir a la policía.

Según fuentes de la Policía Local, ocurrió en la confluencia de la avenida Atlántida y el camiño Fontes. Allí había un agente bloqueando el paso a los vehículos con un furgón policial para que no accedieran a la avenida de Samil, donde se congregaron los corredores y de donde partía la carrera. Rebasado ese punto -apuntan los agentes- había ya varios atletas realizando el calentamiento previo.

En un determinado momento, el agente que estaba cortando y controlando el tráfico en este punto observó en su dirección a un turismo circulando y que no aminoraba la marcha.

Continuó la marcha, hizo un quiebro, esquivó al agente y se introdujo con su coche en la zona de corredores.

Pese a las indicaciones del policía para que cambiase de dirección y no accediese al perímetro de seguridad, el conductor continuó la marcha, hizo un quiebro, esquivó al agente y se introdujo con su coche en la zona de corredores.

Circuló durante más de 300 metros

El policía, inmediatamente, dio la alerta por la emisora, gracias a lo cual otro funcionario en apoyado por una unidad del Cuerpo Nacional de Policía consiguieron interceptarlo y en la confluencia de la avenida de Samil con la calle Argazada tras haber recorrido 300 metros.

El conductor del vehículo resultó ser : L. F. F. P, de Perú y 53 años de edad, constatando los agentes tras la entrevista con el mismo, que presentaba claros y evidentes síntomas de encontrarse bajo el efecto de bebidas alcohólicas.

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Búscate entre los participantes de la carrera R. V.

A tal efecto fue sometido a las preceptivas pruebas de detección del grado de impregnación alcohólica. El resultado de la primera fue 0,79 mg/l de alcohol por aire expirado, lo que excede el límite penal establecido. Fue informado que debía esperar 10 minutos para realizar la segunda de contraste, comenzando a poner el trabas y dar disculpas con el fin de dilatar el tiempo de manera injustificada, según relatan los agentes. "A mayores, mostraba una actitud de falta de consideración a la funcionaria que le había realizado la prueba", anotan.

Finalmente fue sometido la segunda prueba, que arrojo resultado positivo de 0,75 mg/l de alcohol por aire expirado, lo que también excede el límite penal establecido.

En consecuencia, y dentro de lo establecido en ese tipo de casos, requirieron la presencia del servicio de grúa para la inmovilización del vehículo, tras quedar acreditado que el conductor no se podía hacer cargo del mismo.

Agredió a un agente

En el momento de iniciarse las labores de enganche, el conducort volvió a mostrar una actitud de oposición y entorpecimiento de la labor policial, interponiéndose entre la pala del vehículo de arrastre y su vehículo con el fin de evitar el enganche del mismo. Uno de los agentes trató de hacerle entrar en razón y tranquilizarle, siendo apartado bruscamente, al tiempo que el conductor se introdujo en el vehículo.

Se produjo un nuevo forcejeo, en el transcurso del cual el individuo golpeo la mano de una de los policías causándole lesiones. Finalmente lograron sacarlo del interior del vehículo, procediendo a su Detención por la supuesta Comisión de un Delito de de Atentado y Desobediente y Resistencia.