La interrelación entre mayores y menores propicia que los primeros se sientan útiles y que tanto unos como otros aumenten su autoestima y compartan aprendizaje en distintos ámbitos. Entre las principales ventajas de las relaciones intergeneracionales se encuentra la comprensión y el respeto en relación a lo que representan para la sociedad las personas mayores la contribución a crear ciudadanos a largo plazo, al incidir en la educación y transmisión de valores entre los más jóvenes.
Uno de los encuentros entre jóvenes y mayores más emotivos es el que tuvo lugar la semana pasada en el instituto de secundaria de Valladares. Unas quince personas usuarias de Afaga con fase leve de alzhéimer y otras demencias acudieron, acompañadas de dos profesionales, al centro educativo para reunirse con estudiantes. “Fue un momento de una gran emoción, porque algunos de nuestros usuarios habían sido profesores allí”, asegura Miriam Fortes, trabajadora social y coordinadora de talleres de estimulación cognitiva de Afaga.
Se formaron grupos con los estudiantes y la reunión básicamente consistió en que los mayores contasen su vida a los alumnos: historias o anécdotas que les han marcado a lo largo de su existencia. Los jóvenes les escucharon atentamente, también se emocionaron y tomaron notas. Porque con todo lo que escucharon harán una obra de teatro. Es decir, se subirán al escenario para representar una obra sobre la vida de los mayores con alzhéimer y otras demencias que participaron en este encuentro, todos ellos con la enfermedad en fase leve y completamente autónomos.
Esta iniciativa se enmarca dentro de un proyecto impulsado por Afaga para fomentar las relaciones entre sus usuarios con gente joven. El año pasado la iniciativa se celebró de forma online con motivo de la pandemia. Afortunadamente, este año pudieron hacerlo de forma presencial. Y todos lo agradecieron, porque las conversaciones entre ambas generaciones generaron un sinfín de emociones a unos y otros. Y también ayudan a mejorar la capacidad cognitiva de los mayores con alzhéimer. Precisamente, Afaga tiene un buen número de talleres destinados a la estimulación de sus usuarios.
Terapias con animales
Entre ellos destacan también las actividades asistidas con animales. Aunque habitualmente se hace con perros, también lo hicieron con conejos en unas jornadas que buscan romper sus rutinas. Los usuarios cogieron a los conejos en sus brazos y contaron historias de su vida, de su infancia, al mismo tiempo que no pierden el vínculo con los animales y la naturaleza. Estas actividades les ayudan a mejorar su estado de ánimo al ser conscientes de que están cuidando de otro ser vivo. Hay estudios que demuestran además que el contacto con animales en las personas con alzhéimer en estado avanzado les permite mejorar su comunicación.
En los pacientes con demencia moderada, también se certificó la interacción con animales fomenta su contacto social, aumentando el número de sonrisas, risas, inclinaciones, contacto físico y verbalizaciones. Las terapias asistidas con animales son consideradas como una intervención efectiva en la población que padece alzhéimer, ya que proporciona beneficios tanto físicos y cognitivos como emocionales, sociales y conductuales. Estos beneficios son mayores en aquellas personas en las que la figura del animal de compañía haya estado presente en sus vidas. En Afaga, lo más habitual son las visitas de perros, normalmente mascotas pequeñas, que hacen compañía a los mayores durante unas horas. La biblioteca Xosé Neira Vilas, por la celebración del Día de las Bibliotecas, organizó en octubre del año pasado una actividad muy especial en colaboración con Afaga Alzheimer. Trece y Logan, dos perros terapéuticos, visitaron a los usuarios del Centro Integral Martínez Garrido para estar un rato con ellos y estimular la mente.
El objetivo tanto de los talleres con los jóvenes como de las actividades con los animales es ayudar a frenar el deterioro cognitivo de los mayores con alzhéimer o demencia, especialmente después de una pandemia que ha afectado y mucho a este colectivo, pues los meses de confinamiento supusieron un auténtico drama debido al deterioro que supuso para ellos al no poder acudir a sus terapias habituales.
