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La Reconquista llena hoteles y restaurantes de la ciudad: “Nunca habíamos vendido tanto”

La celebración, que presumió por primera vez de su distinción de interés turístico nacional, impulsa las cuentas de los negocios después de “tres meses malos” | El gremio confía en el potencial de la fiesta: “Crecerá más”

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Los vigueses reconquistan su fiesta José Lores

Espectacular, excelente, llenos. Son las tres palabras que más suenan en el gremio hostelero. Y es que la Reconquista volvió a ser Reconquista con el permiso del COVID, y lo fue más que nunca. Los hoteles alcanzaron cifras de ocupación “muy altas” –algunos tuvieron todas las habitaciones ocupadas el sábado–, al igual que los pisos turísticos, y los restaurantes, cafeterías y bares estuvieron a rebosar. La distinción de interés turístico nacional y la larga espera por conmemorar la fiesta más representativa de la urbe olívica en las calles tras tres años confinada, así como la parada en el Ifevi del World Padel Tour, dieron vida a una ecuación casi perfecta para el sector, que se recompone paulatinamente después de “tres meses malos”.

El presidente de la Asociación Casco Vello Vigo Hostelería e Comercio, Juanjo Figueroa, reconoce que la afluencia fue “muy buena” durante todo el fin de semana, que se extendió hasta el lunes, festivo en la ciudad. “Hacía años que no se veía una Reconquista así: había ganas después de tres años y el tiempo nos ayudó. Funcionó todo muy bien, y me alegra que la gente se haya comportado de una forma tan excelente. Estamos pasando por un momento complicado por la pandemia y la subida de los precios, muy tocados económicamente, y la fiesta supuso un respiro que ayuda bastante al sector; ahora, toca volver al día a día, que está siendo durísimo”, apunta.

El representante del gremio en el barrio histórico confía en que la Reconquista puede dar más de sí. “Tiene potencial para seguir creciendo. Aúna música, cultura, representaciones… Es una fiesta que hay que seguir impulsando. Genera turismo: vi a andaluces y vascos. En mi restaurante –Lume de Carozo–, hacía años que no tenía una facturación como este fin de semana. Fue el mejor desde que estamos en pandemia. Es un parche porque llevamos una temporada muy mala, nos da para coger impulso. Hay que seguir trabajando muy duro, las cosas están complicadas”, apostilla antes de poner el ojo en la Semana Santa y el verano, fechas en las que esperan “trabajar muy bien” si el tiempo y el COVID dan permiso.

En el Bar Chavolas, estuvieron “a tope”. “No tuvimos más afluencia porque no hay más capacidad, y tenemos sitio para 150 personas”, indica el dueño, Alberto Cabaleiro. Cree que el hecho de que el lunes fuera festivo contribuyó a engordar las cifras de facturación, sobre todo, en las casetas del mercado, ya que permitió que la gente se quedara por la zona el domingo a la noche. Él montó dos puestos: “La facturación fue, aproximadamente, un 30% más elevada que otros años. Estamos en el mercado desde hace ocho años y nunca habíamos logrado tantas ventas”. Ayer a mediodía, colgaron el cartel de completo en el restaurante. Destaca que la fiesta “puede crecer” una vez las obras de Porta do Sol y Elduayen estén finalizadas.

En O Portón, también sonrieron de oreja a oreja. Llenaron el sábado y el domingo tanto a mediodía como a la noche. “La gente tenía muchas ganas de Reconquista, ya lo sabíamos. Puede que hubiera más gente que otros años”, destaca la gerente del local, Susana Trezado. Celebran que la facturación conseguida en estas fechas pueda compensar los días más flojos. “Estamos contentos con lo que se trabajó. En mente, ya está la Semana Santa, en la que pensamos trabajar bien, así como algún puente y el verano”, completa.

Idéntica radiografía compone el presidente de la Federación Provincial de Hostelería (Feprohos), César Sánchez-Ballesteros, al que le sorprendió la respuesta de la gente. “Fue muy bien, con miles de personas en la calle. Es espectacular la cantidad de gente que vino a Vigo en estos tres días”, apunta. Compara la afluencia del sábado y el domingo por la Reconquista a la de O Marisquiño o un “día normal” de las luces de Navidad. “Ha logrado una buena dimensión. Ha sido todo un éxito: es una fiesta que puede seguir creciendo y aportando más visitantes”, añade, a la vez que suma a esta ecuación el torneo de pádel del Ifevi para dar como resultado porcentajes de ocupación “muy altos” en los hoteles. En el Ciudad de Vigo, estuvieron “a tope” el sábado a la noche, al igual que el Axis, que llevaba desde Navidad sin colgar el cartel de completo un fin de semana. En ambos casos, no se esperaban cifras tan altas: “Se notó muchísimo ambiente”. En los pisos turísticos, situación similar: llenos el fin de semana.

Baño de artesanía... y hasta el año que viene

La foliada popular, la artesanía y las tapas protagonizaron el último día del programa festivo de la Reconquista de Vigo, que se despidió ayer hasta el próximo año. Superó con nota muy alta su debut como fiesta de interés turístico nacional, logrando atraer al Casco Vello y su entorno a una multitud de gente que hizo recordar la época anterior a la pandemia: si no fuera por las mascarillas, la foto podría corresponderse perfectamente con la era preCOVID.

El “choripán” animó los estómagos en el último día de fiesta JOSE LORES

En la jornada de despedida, festivo en Vigo, la gran foliada popular en la Praza do Berbés puso la nota musical. Amenizó el paseo a los curiosos que se acercaron hasta la ribera de la ciudad para presenciar la demostración de oficios antiguos y echar un ojo a los productos que se vendieron en el mercado de artesanía, que no cerró hasta las 9 de la noche. Horas antes, se resolvió la quinta edición del certamen gastronómico Retapas, en el que participaron 29 establecimientos del barrio histórico. El restaurante Paparrúa se llevó el único premio entregado en la categoría de cócteles y el primero en tapas. El segundo, La Central; y, el tercero, Lume de Carozo.

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