El impacto de la pandemia continúa afectando al transporte público de la ciudad y lo hace en uno de sus puntos más calientes de los dos últimos años. Vitrasa ha informado este martes que su "situación extrema" le lleva a iniciar un proceso de inaplicación del convenio colectivo para poder seguir prestando servicio.
La concesionaria del autobús urbano ya está negociando con la representación de los trabajadores este proceso que, entre otras medidas, conllevará una reducción salarial y un aumento de la jornada para los años 2022 y 2023.
La empresa insiste en que se trata de una medida "de carácter temporal" y que se ve forzada a tomar al "no poder lograr reequilibrar su contrato por los efectos derivados de la pandemia".
Vitrasa asegura que es la medida "más difícil de sus 50 años de historia" y destaca que sus trabajadores continuarán teniendo unas condiciones mejores que las del resto de compañeros del sector de la provincia. Al mismo tiempo, insiste en que han tratado de adecuar los servicios a la demanda actual y recalca que todos los trabajadores abandonaron el ERTE en junio de 2020.
A finales de 2021 el servicio se vio afectado por la huelga convocada por los trabajadores, quienes denunciaron la precaria situación y los horarios "inasumibles" impuestos. Con nuevo año estas pérdidas se paliaron a través de una subida de cinco céntimos en el billete general y de 915.000 euros en la partida otorgada por el Concello para subvencionar los viajes con la PassVigo.
La CIG cifra en un 40% la reducción de salarios este año
La sección sindical de la CIG en la empresa mostró su rechazo a estas intenciones ya que supondrían rebajar casi un 40% los sueldos durante este año y, como mínimo, un 14% en el próximo. Este cálculo se debe a la pérdida de poder adquisitivo por la negativa a renegociar el convenio caducado a finales de 2020, la rebaja del 30% propuesta y la subida del IPC del 6,5% registrada en 2021.
Las otras medidas planteadas en el último comité de empresa incluyen el aumento de la jornada anual en 86 horas y la flexibilización de los horarios "a su antojo". Además, se dejará de entregar parte del uniforme de invierno.
Desde el sindicato nacionalista consideran "cuanto menos curioso" que la concesionaria se base en la reducción de viajeros para justificar las pérdidas y al mismo tiempo realice 70 viajes diarios menos al mantener más de una veintena de vehículos en las cocheras y aumente los tiempos de paso.
De este modo, instan a Vitrasa a que abandone la concesión ya que "cualquier empresario con pérdidas durante dos años echaría el cierre" y "no es de recibo recuperarlas robándole a los trabajadores"
UGT lo tilda de "despropósito" y pide que "se vayan y cierren la puerta al salir"
UGT ya ha calificado de "despropósito" las intenciones de Vitrasa y recuerda que en junio de 2020, "en plena pandemia", la compañía aceptó renovar el contrato con el Concello de Vigo por otros cuatro años sabiendo a lo que se exponía.
Recuerda, también, que percibió 5,7 millones de euros a través del plan de reequilibrio aprobado por el Gobierno de España al que han podido optar las empresas prestadoras de servicios de transporte urbano y que, además, ha reclamado al Ayuntamiento de Vigo 13 millones de euros en los tribunales, por lo que si la justicia le da la razón se habría embolsado casi 19 millones.
Desde el sindicato cargan duramente contra los beneficios que obtuvo la concesionaria durante las últimas décadas y sentencia: "Si no están satisfechos con los resultados que perciben, váyanse y cierren al salir". De esta forma también cierran la puerta a negociar en lo que consideran "un atraco a los trabajadores y contra la ciudad de Vigo".