El primer día de recreo sin mascarilla se vivió en los centros vigueses sin grandes diferencias respecto a las jornadas anteriores y fueron muchos los niños que, por costumbre o por olvido, la mantuvieron puesta mientras disfrutaban de sus juegos y conversaciones en el patio. La recomendación de usarla en el exterior perdió ayer su vigencia y los escolares empiezan a mostrar su rostro de forma progresiva después de más de un curso y medio.
“Unos se la bajan a la barbilla y otros la mantienen. Les dimos instrucciones de que deben guardar la mascarilla en el bolsillo o en una bolsa y el recreo está transcurriendo con normalidad. Informamos a los padres el viernes y no hubo preguntas al respecto”, explicaba ayer desde el patio de su centro Juan Carlos Abalde, responsable del CEIP Chans Bembrive y de la Asociación de Directores de Colegios Públicos de Vigo (Adicopovi).
La mascarilla ya no es aconsejable, pero el resto de los protocolos en exteriores se mantienen. “Seguimos con los grupos burbuja y la distancia. De hecho, hay un pequeño repunte de casos entre los más pequeños. Esto no está acabado, siendo habiendo positivos”, recuerda Abalde.
El subcomité clínico que asesora a la Xunta decidió el pasado jueves dejar de recomendar el uso de la mascarilla durante el recreo debido la situación epidemiológica y al elevado porcentaje de población infantil vacunada. Galicia es la primera comunidad autónoma con más niños que tienen, al menos, una dosis –73,5%–, mientras que el 41,1% de los menores de 12 años tienen la pauta completa.
En todo caso, si el alumno o la familia así lo deciden pueden seguir usándola sin ningún tipo de restricción.
“Puede ser que tengan gente de riesgo en casa o que el niño esté sin vacunar y prefieran que la siga usando, pero se está demostrando que los contagios en el exterior apenas se producen. Sí se mantienen el resto de protocolos y hay que ir con calma porque hay un pequeño repunte de casos entre los menores de 6 años”, comentaba ayer Javier Saborido, director del Colegio Labor.
La estampa en su centro era similar a la de Bembrive, con niños liberados de la mascarilla y otros que seguían con ella puesta tras abandonar las aulas: “Los mayores se la quitaron prácticamente todos, pero algunos la mantienen por despiste o porque la tienen muy interiorizada. Se ve un poco de todo. A los más pequeños, aunque se lo digas, si no le insistes no se la quitan. Son muy prudentes y nos han dado una lección todo este tiempo”.
El centro informó a los padres el viernes sobre las nuevas medidas y les explicó que el uso de la mascarilla en el patio dependerá a partir de ahora de su decisión. “Hasta ahora, era recomendable su uso si no se mantenía la distancia, aunque esto en un patio de juegos es muy relativo. Este consejo del subcomité clínico que asesora a la Xunta ha sido eliminado, de forma que ya es una elección de las familias llevarla o no ”, resume Saborido.
