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El tren adelanta al coche privado... en los bolsillos

La subida del combustible requiere hasta tres ocupantes para mejorar el precio del ferrocarril a Santiago o A Coruña

Pasajeros de un tren de Media Distancia en la estación de Urzáiz de Vigo MARTA G. BREA

Igual que en otras crisis energéticas anteriores, la escalada del precio de los carburantes ha vuelto a decantar la balanza en favor del transporte público en su lucha con el vehículo particular. Con el litro de diésel y gasolina rozando los dos euros en la mayoría de estaciones de la provincia, el tren vuelve a aparecer como opción preferible por sus precios fijos pese a sufrir retrasos de forma recurrente.

Hoy en día, desplazarse desde Vigo a Santiago cuesta cuatro euros más que hace un año en cada viaje que se realiza por carretera. Si la comparativa se hace entre las dos primeras ciudades de Galicia, el coche solamente sería más rentable si se compartiera entre tres personas para ir hasta A Coruña.

El Eje Atlántico ferroviario, que en 2020 fue el segundo núcleo de Media Distancia más usado en toda España, gana por goleada a la AP-9 en lo que a viajes de una o dos personas se refiere. Mientras que la ida y vuelta entre la estación de Urzáiz y la capital gallega cuesta unos 18 euros en los trenes rápidos de 50 minutos, esta cifra alcanza los 44 euros si empleamos un vehículo de gasolina estándar.

Todo ello debido al incremento del 40% que han experimentado el diésel y la gasolina respecto al precio medio que se pagaba en marzo de 2021, que era de 1,20 euros/litro y 1,32 cada uno.

Ni siquiera la puesta en funcionamiento de los descuentos aprobados por el Ministerio de Transportes el pasado verano con la bonificación en los viajes de vuelta sirve como salvavidas este año. El regreso en 24 horas para aquellos usuarios que tengan telepeaje, ahorrándoles diez euros desde Santiago y 17,30 desde A Coruña.

comparativa de precios de transporte Hugo Barreiro

Durante los dos últimos años, la reducción de frecuencias o el miedo a contagiarse en el transporte público hizo que muchos viajeros optaran por su vehículo para realizar estos recorridos. Sin embargo, los nuevos precios por combustible hacen que regresen a los servicios ofrecidos por Renfe, que han recuperado a nivel nacional un 99% de los previos a la pandemia.

Pese a que la operadora dirigida por el gallego Isaías Táboas consume el 1% de la electricidad del país, resulta improbable que esta escalada en el coste de la energía repercuta en los precios de los billetes. Los servicios de Media Distancia están catalogados como servicios de Obligación de Servicio Público y ser fija.

Por el momento, este aumento del coste por viaje no parece repercutir en los precios fijados por los usuarios en la plataforma Blablacar. El trayecto a Santiago mantiene los habituales seis euros que dominan la oferta desde antes de la pandemia, mientras que a la capital provincial asciende a diez o doce.

40 euros más a Madrid

Si en los trayectos de media distancia que emplean a diario miles de gallegos el cambio es notable, en la principal relación fuera de Galicia resulta letal. El viaje de 500 kilómetros a Madrid supone un desembolso de 70 euros en combustible frente a los cincuenta que podía costar hace un año.

En un viaje de ida y vuelta, si tenemos en cuenta los 17 euros del peaje del Guadarrama en la A-6, el coste total superaría los 150 euros en un vehículo de gasolina.

En el caso del tren, la nueva política comercial de Renfe basada en el revenue management –similar a la empleada por las aerolíneas– provoca un baile de precios notable en función de la antelación con la que se compren. De esta forma, un billete para viajar en el propio día puede rondar los 60 euros de tarifa media.

Con quince días de anticipación se reduce a unos 40 euros; y con más de un mes aparecen las ofertas de entre quince y veinticinco euros por viaje. De esta forma, ni siquiera llenando un coche con cuatro ocupantes podría ser más rentable en tiempo y dinero e incluso el avión podría aventajar al coche como opción.

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