Después de dos años marcados por la pandemia, las fiestas de las distintas parroquias de Vigo regresarán en los próximos meses con un importante espaldarazo económico. Abel Caballero anunció este viernes que el presupuesto destinado para estas actividades se triplicará en este año.

El anuncio llega después de que el alcalde mantuviera varias reuniones con los representantes de algunas comisiones de fiestas en la tarde del jueves; aunque está previsto que en las próximas fechas se celebre una con todos los agentes implicados. De esta forma, la partida concedida por el Concello crecerá de los 130.000 euros actuales hasta los 390.000 euros. El regidor apeló al fuerte “arraigo popular de la cultura de las fiestas” en toda la ciudad, cifrando en unas cuarenta las que tienen origen en alguna parroquia pero cuya trascendencia es superior.

“Al margen de las fiestas propias de Vigo”, cuyos mayores actos se concentran en los conciertos de Castrelos, el alcalde quiso destacarla importancia de otras celebraciones en el resto del municipio. Son los casos de las recientemente recuperadas en Matamá (San Amaro) y Bembrive (San Blas), así como las que se concentran en los meses de verano.

De esta forma el apoyo a aquellas asociaciones capaces de “mantener esta tradición” se multiplica de forma notable pese a la incertidumbre económica.

Nuevas inversiones

Durante la misma rueda de prensa, Caballero anunció que la caseta de la que dispone el Concello en la playa de Rodas ha sido reformada en lo que él mismo denominó “preparativos para el verano”.

A través de una inversión de 16.000 euros, la estructura de madera situada en la principal playa de las Islas Cíes –y que repetirá bandera azul este año– ha sido adecentada debido a las inclemencias. Según el regidor, las duras condiciones del invierno en el archipiélago habían dejado a la edificación lejos de la importancia que merece, algo que ya ha sido subsanado.

Al mismo tiempo, el alcalde confirmó la concesión de 79 nuevas ayudas de emergencia por valor de 12.000 euros. Más de la mitad, unos 6.500 euros, fueron destinados al pago de 18 alquileres y de esta forma evitar desahucios.