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Éxito en el Cunqueiro al extirpar un tumor de 18 centímetros: "Podríamos haber tenido que abandonar a la media hora"

Especialistas de diferentes servicios realizaron la cirugía, que duró 8 horas | El paciente, vigués de 64 años, ya está de alta y evoluciona sin complicaciones

Parte del equipo que participó en la intervención. De izquierda a derecha, el jefe de Cirugía Vascular, el doctor Encisa; el jefe de Cirugía Cardíaca, el doctor Legarra; la anestesista, la doctora Varela; la cirujana cardíaca, Beatriz Acuña; el cirujano doctor Carracedo; el urólogo Benito Rodríguez y el jefe de Urología, el doctor Barros.

Las intervenciones quirúrgicas oncológicas siempre son complicadas, pero mucho más cuando el cáncer afecta a varios órganos. Precisamente en el hospital Álvaro Cunqueiro han realizado recientemente una operación que dada su complejidad tuvieron que colaborar especialistas de cinco servicios quirúrgicos distintos (Urología, Cirugía Vascular, Cirugía General, Cirugía Cardíaca y Anestesia), consiguiendo extirpar un tumor maligno de riñón de gran dimensión, de aproximadamente 18 centímetros, y que incluso llegaba hasta el corazón. También participaron profesionales de la unidad de Radiología Intervencionista y de los servicios de Cardiología y Radiología del área sanitaria de Vigo. Fueron una veintena los profesionales que pasaron por el quirófano, entre los propios especialistas, personal de enfermería, técnicos de imagen diagnóstica, celadores y un perfusionista.

“Es una cirugía muy exigente y excepcional por la poca frecuencia con la que nos encontramos un caso como este”, asegura el urólogo Benito Rodríguez, el coordinador de la intervención. Precisamente, la singularidad de esta operación oncológica radica tanto en la patología del paciente como en el tratamiento que ha sido necesario para afrontar el cáncer. El enfermo es un vecino de Vigo de 64 años que presentaba un tumor maligno en el riñón derecho que generó un trombo de más o menos el mismo tamaño (también unos 18 centímetros) y se infiltró por la vía renal, ocupando toda la vena cava y las venas del hígado, llegando hasta la aurícula derecha del corazón. Los cirujanos tuvieron que extirpar no solo el trombo tumoral, sino también el riñón derecho del paciente y los ganglios linfáticos, en una intervención quirúrgica que se prolongó hasta las ocho horas. Para extraer el tumor, los especialistas tuvieron que abrir la aurícula del corazón afectada y posteriormente realizar la reconstrucción de la vena cava.

“Afortunadamente fue todo bien, acometimos el proceso con la tranquilidad necesaria para afrontarlo, paso a paso, tal y como se había diseñado"

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Debido a la complejidad de la cirugía, fue necesario utilizar el sistema de circulación extracorpórea, en el que una máquina realiza la función del corazón para mantener con vida al paciente. De esta forma, se conectan las venas y arterias principales del enfermo al equipo electrónico, que recibe la sangre, la oxigena y después la devuelve al propio organismo.

“Afortunadamente fue todo bien, acometimos el proceso con la tranquilidad necesaria para afrontarlo, paso a paso, tal y como se había diseñado. Pero somos conscientes de que podría haber ido de otra forma, teniendo que abandonar el quirófano a la media hora”, reconoce el doctor Rodríguez. El paciente ha sido ya dado de alta hospitalaria y está en su casa sin manifestar de momento ninguna complicación y sin tratamiento complementario. “Pero hay que ser riguroso, porque la oncología es muy compleja. Haremos un seguimiento muy de cerca, con las revisiones pertinentes, y ya veremos si más adelante es necesario aplicar algún tipo de tratamiento”, asegura el urólogo del Cunqueiro. Y es que hay que ser conscientes de que la complejidad del tumor extirpado, que afectó a varios órganos, obliga a estar alerta en el seguimiento del enfermo.

La colaboración, clave

Los profesionales del área sanitaria de Vigo que participaron en esta compleja intervención quirúrgica muestran su satisfacción por el éxito de la intervención y ponen en valor que fue el resultado de una acción conjunta multidisciplinar y coral “gracias a los recursos humanos y la dotación tecnológica de los que dispone el hospital Álvaro Cunqueiro". “Fue una cirugía de alto riesgo y muy exigente, que solo fue posible gracias a un buen trabajo en equipo, que requirió de un gran esfuerzo colaborativo, de gran coordinación y de un riguroso trabajo previo de planificación”, asegura el doctor Rodríguez, que apunta que aunque ya se habían hecho cirugías de una complejidad similar y que no ha sido un caso único, “yo no había hecho nunca algo parecido”.

Para conseguir el éxito en una intervención quirúrgica tan complicada y que afectó a varios órganos vitales del paciente, la colaboración entre los cinco servicios que participaron en la intervención fue total y muy metódica. La cirugía fue coordinada por el urólogo Benito Rodríguez porque al ser un tumor renal es la Urología la especialidad que se encarga de estas patologías.

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