El impago de deudas se ha convertido en uno de los procedimientos más ocasionales en los tribunales de Vigo. Desde los ya populares monitorios –pequeños paquetes de deudas adquiridos por fondos buitre para su cobro, el año pasado se registraron hasta 6.226 demandas– hasta inquilinos que no abonaron sus alquileres. Pero sin duda uno de los procedimientos que más que incrementó en los últimos dos años han sido las juras de cuentas, esto es el impago de los horarios de los abogados cuando asisten a un procedimiento.
Solo en el último año, los letrados presentaron hasta 300 demandas contra sus clientes morosos por no abonar sus minutas tras la representación en un juicio o asistencia ante cualquier litigio. La cifra se ha relajado con respecto al año anterior, pero en consideración con el 2018 y 2019, prácticamente se ha duplicado.
La jurisdicción que más sufre esta morosidad es la civil. En los juzgados de Primera Instancia de la ciudad se han contabilizado 209 demandas, seguida de la Penal, con 49, Instrucción con 20, Social con once –se incluye también un impago a procurador– , Violencia sobre la Mujer con siete casos y por último el Contencioso-Administrativo con tres pleitos.
Entre los motivos que esconden estos impagos, o al menos lo que alegan los clientes pasan por la pérdida del juicio o que las pretensiones alcanzadas no son de su agrado. También, relacionado con la vía civil, es habitual la presentación de estas demandas contra compañías aseguradoras que no abonan las minutas tras representar a asegurados en causas de tráfico después de que éstos lo eligieran como abogado mediante la libre designación contemplada en muchas pólizas.
