Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La ausencia de lluvia y las mascarillas frenan las alergias

La carencia de agua en invierno ralentiza el desarrollo de las gramíneas | La reacción al polen de estas plantas es la más común | Médicos esperan una primavera “moderada”

Gente paseando ayer por Samil aprovechando el buen tiempo. Marta G. Brea

Todavía queda caso un mes para que acabe este invierno, pero todo apunta a que será uno de los menos lluviosos de la historia. La previsión para los próximos días en la ciudad presenta temperaturas primaverales y cielos eminentemente despejados. La alarmante escasez de lluvia en los últimos meses provoca una preocupación en cuanto a las reservas de agua de los embalses (los de Vigo, de momento, se están salvando) y una potencial sequía en algunas zonas. Pero las actuales condiciones meteorológicas están generando también consecuencias a nivel sanitario, en este caso positivas, concretamente en cuanto a las alergias.

Las reacciones más comunes en Galicia son al polen que generan las plantas conocidas como gramíneas. Y la época de nacimiento y desarrollo de estas plantas es el otoño y el invierno. Pero para ello, obviamente, necesitan lluvia. Y la ausencia de agua lleva a que nazcan menos gramíneas. La consecuencia es que el nivel de polen es mucho menor que en épocas preprimaverales de otros años, por lo que los pacientes alérgicos se están encontrando estos días mejor desde el punto de vista clínico. “Se supone que están creciendo menos plantas, y por tanto a nivel asistencial no estamos notando una gran demanda”, explica Carmen Mogío, jefa de Alergología del hospital Ribera Povisa.

Es decir, los pacientes que sufren reacción adversa al polen producido por las gramíneas ven cómo los síntomas más habituales, como congestión nasal, tos seca, mucosidad nasal, estornudos o el lagrimeo y enrojecimiento de los ojos no se están manifestando. Hay que tener en cuenta, además, que hasta hace escasos días el uso de mascarillas en el exterior era obligatorio, por lo que especialmente aquellas personas que utilizaban FFP2 consiguieron protegerse contra el polen o los ácaros del polvo que le causan reacción. “Es algo que también se percibió el año pasado”, apunta Carmen Mogío.

Hay que tener en cuenta, además, que entre marzo y mayo las gramíneas dependen de la lluvia para su crecimiento, y si la tendencia climatológica continúa como en las últimas semanas, todo apunta a que los próximos meses serán más o menos tranquilos para las personas con alergia. “Aunque es pronto para decirlo, prevemos una primavera moderada”, explica la jefa de Alergología de Povisa. Los tratamientos para esta enfermedad pueden incluir antihistamínicos orales, colirios, espráis nasales e inhaladores si se ha desarrollado asma, pero no parece que vayan a ser necesarios de forma masiva en los próximos meses.

Consejos

Los pólenes se encuentran suspendidos en el aire, lo que hace imposible que se pueda controlar su cantidad en la atmósfera. Aún así, la Sociedad Gallega de Alergología e Inmunología Clínica (SGAIC) ofrece unas recomendaciones que podrán disminuir los síntomas en la época de polinización. Uno de los consejos más habituales es evitar actividades al aire libre (paseos en bicicleta, cortar césped...) sobre todo en lugares con abundante vegetación y en días soleados y con viento. La SGAIC también recomienda mantener las ventanas cerradas el mayor tiempo posible tanto en casa como en los viajes en coche, procurar utilizar gafas de sol para disminuir la irritación de los ojos, utilizar filtros antipolen en los vehículos y el casco siempre cerrado en las motos. También se apunta la necesidad de evitar secar la ropa al aire libre, utilizar purificadores de aire en la vivienda y tener especial precaución en la conducción si la persona que tiene alergia está tomando antihistamínicos, ya que algunos de ellos pueden provocar sueño.

Hay que tener en cuenta que la alergia al polen no es una afección estacional. Aunque se suele asociar a la primavera, ya en los meses de invierno los alérgicos tienen que estar pendientes de los niveles de polen para evitar los molestos síntomas que provoca. Mientras que las provincias de Pontevedra y Lugo permanecen en niveles bajos de polen de alisos, ciprés, fresnos y ortigas, en Ourense la concentración de polen de alisos ha alcanzado niveles altos, mientras que en A Coruña se ha detectado una presencia moderada de polen de ciprés. Habrá que estar atentos si en la ciudad olívica hay un cambio de tendencia en los próximos meses. Todo dependerá, no obstante, de las condiciones meteorológicas. Especialmente si la lluvia hace acto de presencia de forma habitual o se sigue la tendencia actual.

Compartir el artículo

stats