Cuenta atrás para que la ciudad recupere su principal acceso a la Autopista del Atlántico. El túnel de Lepanto alcanza su última fase de ejecución y en unos quince días habrán finalizado los trabajos en su interior. Sin embargo, su apertura se retrasará hasta el mes de abril debido a los retrasos en la instalación de los paneles de seguridad debido a la crisis de los microchips.
Así lo confirmó el alcalde de la ciudad, quien visitó hoy las obras acompañado por la presidenta de la Diputación, la concejala de Urbanismo o el delegado de Zona Franca. Este vial sustituirá al viejo Scalextric y para su construcción han sido necesarios 356 pilotes y 280 toneladas de acero, encontrándose estos trabajos al 95% de ejecución.
Abel Caballero apunta a la crisis de los microcomponentes tecnológicos que también ha golpeado a la industria automovilística de la ciudad como el causante de este nuevo retraso, ya que estos son necesarios para los sistemas de seguridad del túnel que cuenta con una doble curva notable antes de incorporarse a la Autopista.
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Los trabajos, sin embargo, avanzan más despacio en su hermano mellizo construido un nivel por debajo. Esto se debe a que se encuentra ubicado en las proximidades de los antiguos talleres de Renfe, por lo que las tierras retiradas presentaban un alto índice de contaminación en metales que obligó a alterar el proyecto inicial.
Este segundo túnel construido a una cota inferior describe un giro de 180º poco antes de llegar a Alfonso XIII, permitiendo el acceso al aparcamiento subterráneo de Vialia y sus muelles de carga. En este caso fueron 454 los pilotes y 700 las toneladas de acero necesarias para un paso inferior que ya está ejecutado en su tramo central y final.
El regidor cargó contra la decisión del gobierno autonómico de aplazar la apertura de la estación de autobuses, como mínimo, hasta el mes de mayo. Al realizarse el acceso a la terminal por un vial de doble sentido en superficie, el ritmo de trabajos en el paso subterráneo no tendría por qué afectarle. Los cálculos del gobierno local señalan a julio como la fecha de apertura.
La conselleira de Infraestructuras aseguró en una visita la semana pasada que a finales de marzo la estación podría estar operativa para el 35% de servicios, concretamente aquellos que no llegan a través de la AP-9. Esta apertura parcial permitiría a las rutas del Val Miñor o Porriño comenzar a beneficiarse de la intermodalidad, al no contar en la actualidad con una conexión ferroviaria digna.
Sin embargo, Ethel Vázquez aseguró que el traslado desde la Avenida de Madrid no puede ser “a parches” y por ello se esperará a que finalicen todas las obras, aunque esto suponga retrasar dos meses más la inauguración.
Caballero destacó el “gran desahogo” que estas infraestructuras, financiadas entre Adif, Concello y Xunta, supondrán para el tráfico de la ciudad. De esta forma, la “Operación Vialia” que supuso la recuperación del Vía Norte en términos sociales y urbanísticos se extiende hacia el ámbito de la movilidad. Prueba de ello son también el ascensor HALO, que conectará su plaza superior con el vecino barrio de García Barbón, dando servicio a varias decenas de miles de habitantes; o el que conectará la praza da estación con Vía Norte y Urzáiz.
El primer edil vigués también destacó los trabajos de humanización y ajardinamiento que se están acometiendo en el entorno de ambas estaciones, con una inversión de 1,2 millones de euros.
A su vez, se ha confirmado la construcción de la cabina de control de ambos túneles bajo la Plaza da Estación, donde se ubican los sistemas de seguridad, cámaras y aparatos anti-incendios o los grupos electrógenos.
