Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El COVID provoca un aumento en los casos de acúfenos e hipoacusia en el área sanitaria

Las consultas en Otorrino se han incrementado hasta un 25% ELos drenajes timpánicos o los audífonos, entre las soluciones

Paciente realizando una prueba audiológica. | // ADRIÁN IRAGO Adrián Irago

El acúfeno es una percepción auditiva en ausencia de estímulo y que solo lo percibe la persona que lo padece. No es una patología, no es una enfermedad, es un síntoma (a veces en forma de pitido, otras en forma de sonido estruendoso). Pueden ocasionar múltiples problemas, desde un tapón de cera, una perforación timpánica, otosclerosis hasta la pérdida de audición uni o bilateral –esta última, sobre todo, afecta a los pacientes que sufren exposición crónica al ruido y que tienen una pérdida en agudos– suele ir asociada al padecimiento de acúfenos. “Hay quien convive con ellos de forma natural y otros que pueden ocasionar trastornos para el desarrollo de su vida diaria como ansiedad, depresión o insomnio (dependiendo si el acúfeno es diurno o nocturno)”, subraya Manuel Estévez, especialista en Otorrinolaringología del Hospital Álvaro Cunqueiro.

Sordera y COVID

Desde la llegada de la pandemia, los otorrinos del Hospital Álvaro Cunqueiro han venido observando un incremento en el número de pacientes que han superado COVID que acuden al especialista por síntomas compatibles con acúfenos o hipoacusia (sordera súbita). En el caso de los acúfenos, las consultas han crecido hasta un 25%, frente al 10% de antes de la llegada del coronavirus. Los casos de hipoacusia sorprenden incluso a los especialistas por los “escasos casos que había antes de la pandemia, donde las cifras no están del todo claras, entorno a 160 casos por 100.000 habitantes. Ahora vemos algunos casos más en las consultas que antes de la pandemia”.

El confinamiento y las largas listas de espera disuadieron a muchos pacientes que achacaron los acúfenos y la hipoacusia a síntomas pasajeros relacionados con el COVID y no acudieron al centro de salud. “La hipoacusia es necesario tratarla en los primeros días. Suele hacerse con fármacos. De no ser efectivos pasaríamos a la intervención quirúrgica para recuperar esa audición, pero lo mejor es llegar a tiempo. Cuando notemos una pérdida del oído leve o brusca, debemos ir al médico o especialista para descartar cualquier anomalía que nos pueda conducir a síntomas o patologías”, insiste Estévez.

El acúfeno, aunque es una manifestación poco frecuente –en España afecta solo a 20 pacientes de cada 100.000 habitantes– son tratables, (cuando cursan acumulación de moco, por ejemplo) con pequeñas intervenciones locales como la colocación de drenajes timpánicos, o una pequeña cirugía. Cuando el acúfeno es permanente y no hay causa objetiva se recurren a los fármacos o enmascaradores del ruido a través de audífonos.

“Estos pacientes ya suelen tener asociada a los acúfenos una pérdida de sonidos agudos. Los audífonos le suelen reportar una mejoría tanto en la audición como en la percepción del acúfeno”, destaca. A través de una acufenometría se elabora una banda de frecuencias adaptada al sonido del acúfeno en la cabeza del paciente. De tal forma que, acabará siendo menos molesto”, concluye.

Causas frecuentes de la pérdida de audición

1.Aspirina en altas dosis.

2.Antipalúdicos.

3. Infecciones víricas como la Rubéola o la mononucleosis.

4. Herpes simple.

Compartir el artículo

stats