El Concello de Vigo incumplió la normativa de Augas de Galicia sobre la liberación de los márgenes de los ríos durante las obras de la primera calle de la ciudad pagada con capital privado. Así lo ha podido comprobar este periódico en colaboración con vecinos del barrio de Lavadores y haciendo uso de los derechos ciudadanos de la Ley de Transparencia. La Consellería de Infraestruturas e Mobilidade también lo ha corroborado: “Tras a inspección rutineira realizada pola Gardería Fluvial de Augas de Galicia, constatouse que a servidume de paso na beira do río Lagares viuse afectada polas obras levadas a cabo”, explican fuentes de la consellería.

En ese sentido, la Xunta confirma que desde Augas de Galicia han hecho un requerimiento al Concello de Vigo para que subsane las deficiencias detectadas, procediendo a la retirada del cierre lateral que se puede ver en la foto y que está impidiendo la servidumbre de paso que está garantizada por ley.

En Galicia, todo cauce fluvial, laguna o embalse está sujeto a un dominio público hidráulico que incluye una zona de servidumbre y una zona de policía. La zona de servidumbre tiene una anchura de cinco metros de uso público, a contar desde el punto de máxima crecida de las aguas. Como ha corroborado Augas de Galicia, las obras de la calle que une la calle Barxa do Covelo con la calle Gandarón incumplieron las premisas de la ley autonómica. De hecho, la calle en cuestión todavía no aparece en la cartografía pública del catastro.

Según la respuesta de la Xerencia de Urbanismo del Concello a este respecto, explican: “Durante la ejecución de las obras, se puso de manifiesto la necesidad de cerrar las parcelas expropiadas” que asumió la entidad promotora, algo que no estaba previsto en el proyecto de obra. Ahora, el Concello tendrá que acatar el requerimiento de la Xunta de Galicia y liberar el margen del río Lagares.