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El policía que auxilió al hombre frente a Canido: “20 minutos más no aguantaba”

Pablo Berges se lanzó al agua para rescatar a un marinero cuyo barco volcó a 200 metros de la orilla: “Es de las acciones que no piensas” | Dos personas ayudaron acercando su lancha

El agente celebra el rescate a su llegada a comisaría. FDV

Canido fue ayer escenario de un importante despliegue para un rescate en el mar que terminó con final feliz... y heroico. Vecinos y viandantes se percataron de que una persona gritaba desde el mar, en una zona próxima a las rocas y entre grandes olas. Su embarcación, una lancha de pequeñas dimensiones, había volcado minutos antes, dejándole como único aliado un flotador. Pese a que lo intentó, sus esfuerzos por acercase a la orilla eran infructuosos debido al fuerte mar de fondo. Ante la dramática situación, varios testigos alertaron al 112 Galicia, que comenzó a movilizar efectivos. Los primeros en acudir fueron dos policías locales, Pablo Berges y Rolando Eiriz, que se acercaron lo máximo posible entre las rocas hasta que solo quedó una opción: saltar al agua. Lo hizo Berges. “Es de las acciones que no piensas”, reconoce el vigués, que recuerda que el hombre “20 minutos más no aguantaba” en el agua.

El suceso ocurrió sobre las 15.30 horas y a más de 100 metros de la orilla, según informó la Policía Local, movilizad por el 112 junto al helicóptero Pesca 1 de Salvamento Marítimo, la Policía la Nacional y al 061. Los particulares que dieron la alerta hablaban de un hombre en apuros, en el agua, que se hundía y salí a flote agarrado a un salvavidas. Un coche de la UMIR (Patrulla de Medio Ambiente Rural), el Toxo 20 de la Policía Local, fue el primero en llegar. Sus agentes, Berges y Eiriz, compañeros desde hace 12 años, los primeros en actuar. “Fuimos andando por las rocas hasta donde solo quedaba nadar”, cuenta Berges, de 42 años. Ambos se metieron en el agua, su compañero hasta la cintura, para ayudarlo a traer al hombre a tierra. Él, aficionado al surf desde hace muchos años y acostumbrado a moverse entre fuertes corrientes, intentó llegar hasta el marinero. “Llegué hasta unos 50 metros y le animé para que se acercase a la orilla”, explica, “pero solo pedía ayuda y decía que no podía nadar”.

Pablo Berges tras el rescate. FDV

En ese momento, Berges se lanzó a por él. “Cada vez se hundía más, porque llevaba mucha ropa”, cuenta. Cuando llegó a su altura, lo acercó lo que pudo hasta unas rocas cercanas, momento en el que fue ayudado por dos marineros que estaba presenciando el rescate y que habían decidido acercarse con su embarcación para ponerlos a salvo a ambos. “Entre los tres los subimos al barco, porque estaba muy entumecido”, relata el policía, que recuerda como el hombre se había hecho un cabo del flotador a la muñeca porque estaba perdiendo las fuerzas. “Yo creo que era para que lo pudieran encontrar con el flotador si no le daban las fuerzas”, comenta.

Sanitarios y Policía Local trasladan en camilla al rescatado FdV

Una vez en tierra, con rescatado y rescatador congelados por las frías aguas, el marinero fue atendido por el 061, que lo trasladó en una ambulancia al Hospital Álvaro Cunqueiro al presentar hipotermia. El helicóptero Pesca 1 se retiró sin llegar a actuar y Berges, por su parte, fue recibido por sus compañeros, que lo taparon rápidamente y la ayudaron a secarse. Él y su compañero, así como las dos personas que ayudaron en el rescate con la planeadora, fueron los ángeles de la guarda del marinero.

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