Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Gran Vigo

"Leaves of claims to disposition of consumer": los jóvenes examinan el inglés de los comercios

Los alumnos de Bachillerato del IES San Tomé analizaron los carteles para turistas durante la Navidad y solamente el 30% estaban bien escritos

Arriba, un cartel sin errores. Abajo, uno de “traducción libre”. MARTA G. BREA

De un trabajo optativo para subir la nota de una materia a una conclusión preocupante: el comercio local suspende en inglés. Así lo han constatado los alumnos del IES San Tomé de Vigo, quienes analizaron los carteles relativos a las hojas de reclamaciones en las tiendas.

Oficinas bancarias, supermercados, jugueterías, estancos o farmacias...nadie se libra. De los 70 establecimientos visitados entre los meses de noviembre y enero, apenas una veintena acertaban en su traducción. Un porcentaje de acierto alarmante si tenemos en cuenta los 4.000 extranjeros que llegaron por Navidad.

Ejemplos de carteles con una traducción correcta, con errores y "horrible"

Laura relata que la reacción era bastante “neutra” y ningún local preguntó los resultados a los estudiantes, quienes se grababan en la propia puerta comentando los errores gramaticales encontrados para aspirar a subir su nota en la materia.

Es el caso de Eloy, quien viviendo en Navia descubrió que incluso los comercios del barrio más joven de Galicia hacían pleno de errores; aunque estos se repetían en Gran Vía, Camelias o el centro.

Los alumnos de Bachillerato del IES San Tomé, a la entrada del centro Marta G. Brea

Uno de los errores más habituales consiste en confundir “customers” con “costumers”, lo que provoca que en lugar de a los clientes, estos carteles se dirijan a los responsables de vestuario de un teatro. “Y a partir de ahí, la creatividad para errar es infinita” asegura el profesor de la materia y jefe de departamento, Ángel Agulló.

Los estudiantes de Bachillerato apuntan a que el 30% que no se equivocó siguió una técnica similar a la que pueden usar ellos en cualquier examen: no complicarte y ser corto y conciso, “sin florituras”.

En el CC Gran Vía solamente una cadena de ropa lo escribía correctamente, aunque se daba la circunstancia de que la misma franquicia tenían diferentes textos en sus tiendas. lo que demuestra que cada una va por libre en este sentido.

Todos ellos forman parte de los miles de jóvenes que se han beneficiado del programa “Vigo en Inglés”, concretamente en 2019 viviendo durante tres semanas en la ciudad de Exeter, al suroeste de Inglaterra. El profesor reconoce la diferencia de nivel que aprecia entre las generaciones que han disfrutado de estas becas y las que no, sea por la pandemia o porque no existían.

Confundidos con guías

Su profesor define este tipo de actividades casi como una “batalla personal”, especialmente desde el inicio de la pandemia. Agulló pasó de exigir las tradicionales ‘writing’ y ‘speaking’ en el aula a otras situaciones más realistas delante de una cámara en las calles. Y la respuesta de los alumnos ha superado todas sus expectativas.

Sin embargo, también hubo hueco para situaciones extrañas como la vivida por Noa el año pasado mientras realizaba uno de estos trabajos. Acompañada por su madre en un Vitrasa, la joven iba relatando al micrófono cuáles eran sus edificios favoritos de la ciudad y contaba su historia. Cuando se dio cuenta, varios turistas extranjeros se congregaron a su alrededor preguntando si era una guía turísitca y estaba en pleno “tour”.

La iniciativa tendrá continuidad el próximo curso en otro ámbito clave para turismo y economía: la hostelería. Los menús de restaurantes serán escudriñados para encontrar gazapos en las traducciones de ingredientes y platos. Estela señala que quizás sean más complicado de encontrar, por lo que apunta a una “repesca” por los comercios.

Compartir el artículo

stats