La expansión de Vigo a mediados del siglo pasado no se puede entender sin la figura e influencia de Francisco Castro Represas. El arquitecto supo solucionar, a través del racionalismo, las necesidades de vivienda de la segunda ciudad de Europa que experimentó un mayor crecimiento poblacional en cien años: bloques de viviendas, chalets y centros de ocio y cultura llenan los más de 5.600 diseños que firmó hasta los 90 años de edad.
Sin embargo ese legado ha quedado olvidado y despreciado hasta el punto de que varias viviendas han sucumbido a la piqueta en la última década. Un proceso al que su hijo ha asistido con pesar, pero en el que se ha reencontrado con un viejo amigo como posible aliado. Francisco José Castro Nieto y Santiago Montenegro ponen el foco en el chalet construido hace más de medio siglo en pleno corazón de la ciudad, en el número 4 de la Avenida de Madrid.
El pequeño chalet de 20 metros de largo y dos plantas fue un encargo de Víctor Montenegro, dueño del emblemático cine Maravillas de Bouzas. Durante su construcción en 1957 ya estaba contemplada la Avenida de Madrid en su llegada a plaza de España, aunque finalmente debió retranquear algunos metros más sobre la calzada.
“El racionalismo no estaba bien visto pese a responder a las necesidades vigentes”
Francisco Jº Castro Nieto - Arquitecto e hijo de represas
El edificio situado a los pies del Policlínico Cíes cuenta con detalles ornamentales obra de siete canteros de Porriño. “Mi padre les enseñaba un pequeño croquis y ellos ya lo visualizaban”, relata Castro Nieto, quien recuerda las obras pese a ser un niño. “Eran gente de gran talento pese a las condiciones y medios existentes”.
McDonalds vacía el solar para su nuevo local de Gran Vía
Por época y estilo Castro Nieto no lo encuadra en una obra racionalista “de primer orden” como sí ocurría con algunas edificaciones del barrio demolidas recientemente. El caso más sonado fue el de Gran Vía 101, que cedió su hueco para levantar un McDonald’s.
Ahora, la familia Montenegro proyecta un edificio de viviendas con cuatro plantas y un ático en el solar que es de su propiedad desde los años 30, cuando su abuelo materno elaboraba los “Licores Criado” en una destilería. El terreno esquiva el nuevo vial que conectará Conde de Gondomar y Honduras, circunvalando la rotonda en la reorganización de Plaza de España que proyecta el Concello.
“Si el Concello cree que el chalet merece protección podemos modificar el proyecto”
Santiago Montenegro - Propietario del chalet de 1957
Pero no es la única novedad que el PXOM aguarda para este enclave privilegiado con vistas a Los Caballos de Oliveira. El suelo pasaría a estar calificado como “no consolidado”, por lo que el proyecto y la licencia actual podrían caer en saco roto. Es por ello que Santiago Montenegro apuesta por consultar a los técnicos del Concello sobre la singularidad: “si creen que merece una protección especial podemos modificar el proyecto y conservar algunos elementos” apunta.
Arquitecto e inquilino también apuntan a que la obra podría desmontarse y reconstruirse en otra ubicación, aunque “perdería el contexto y parte del valor” actual.
Influencia europea
Los amplios ventanales y las fachadas limpias marcan la tónica de unas edificaciones que vemos repetidas en Plaza América, García Barbón, Colón o Nigrán. También en sus propuestas para centros culturales, de enseñanza, santuarios y teatros que siguen las directrices marcadas por Le Corbussier y Mies van der Rohe, los dos arquitectos más influyentes de la Bauhaus que puso “las formas al servicio de las funciones”
El arquitecto Castro Nieto forma parte de una estirpe de arquitectos que bebe de la herencia de su padre y continúa en tres de sus hijos, aunque reconoce que el sector ha cambiado radicalmente. “Es muy difícil que volvamos a un estilo como éste”, apunta, ya que los usos de los edificios ya no condicionan tanto su forma exterior.
En febrero de 2020 y a las puertas del confinamiento general presentó un libro que se había convertido en una promesa tras ser disgnosticado con cáncer.
Nombres como el Albo, Curbera –actualmente en reformas y bajo el que se reunieron ambos ayer– o Rivas protagonizan un legado pétreo y social que levantó suspicacias en determinados sectores, lo que llevó a “mezclarlo” con otras corrientes para evitar represalias.
Al rescate de Castro Represas