Su hija Gloria nos iba informando paso a paso de los últimos días de Mariano Marcos Abalo desde su ingreso en el Cunqueiro. Con desajustes en su siempre optimista y contagiosa vitalidad y aún con una ventana de esperanza, todo se fue complicando y ayer llegó la triste y amarga noticia del final de su camino por este mundo. A sus fructíferos 85 años, Mariano Marcos se fue al Cielo.

Primero seminarista y luego exbancario, autor del Conxuro da Queimada y polifacético artista de excepción con la navaja, la pintura, el dibujo y la poesía. Historiador, coleccionista desde esquelas con mote hasta pipas y viejas llaves, lúcido experto en heráldica, gran dibujante y autor de libros de poesía y chistes, que guardo como un tesoro, presidente del Grupo Poético Brétema de O Calvario, asesor del Museo Liste y un inmenso abanico de actividades culturales de todo tipo. Literarias, gastronómicas, queimadas y coleccionista infinito, además de Caballero de la Serenísima Orden de la Alquitara.

Para mí, Mariano fue siempre como un hermano de cercana y hermosa amistad a lo largo de 75 años. En especial en nuestras correrías de niños y compañero de pupitre, codo con codo, en la escuela de D.Salustiano Rey en A Pobra do Caramiñal, allá por los años cuarenta. Compañero invitado, juntos disfrutamos de la chocolatada en mi Primera Comunión. Incluso me ayudó con la tabla de dividir en aquella memorable escuela, cuando a mí se me atragantó. Que hermosos recuerdos que ahora fluyen como ilusionante aroma de hierba fresca.

Luego, la vida por diversos caminos nos trajo a Vigo, donde estudiamos, vivimos, formamos familia y aquí nos encontramos los “tres mosqueteros” de A Pobra do Caramiñal: Mariano Marcos Abalo, Ramón Allegue Martínez “El Tigre Padrón”, exportero del Real Club Celta, y yo. Los tres alumnos de aquel maestro inolvidable, D.Salustiano.

Hoy despedimos a Mariano, con inmenso dolor y tristeza que nos deja su eterna ausencia. Sólo nos quedan nuestras oraciones y lágrimas del alma. Para su esposa, María Gloria, su hija Gloriña, nietos y toda su familia, nuestro beso emocionado y nuestro cariño y recuerdo que sale del corazón roto. Ahora está con su madre, amiga de la mía, su hermano Rafael y toda la familia de A Pobra do Caramiñal, de donde vienen nuestras raíces.