“Ni la desnudé, ni le di besos, ni nada. No la he tocado en mi vida, yo no soy de esos”. Esta y otras afirmaciones fueron ofrecidas por un varón acusado de abusos a una menor con discapacidad para negar los hechos. La Fiscalía le pide 11 años de prisión por presuntamente haberle realizado tocamientos en unos trasteros. “Yo soy cariñoso con todo el mundo”, afirmó a mayores el acusado. El juicio quedó visto para sentencia.

Los hechos se remontan al mes de septiembre de 2017 cuando, según el escrito del ministerio público, supuestamente el acusado conoció a la menor en un parque próximo a la estación de tren de Guixar e intercambió con ella los números de teléfono.

El escrito apunta que la niña "padece trastorno por déficit de atención e impulsividad tipo combinado, un retraso madurativo, alteración de conducta y trastorno de desenvolvimiento con un grado de discapacidad reconocido del 48%".

"Con pleno conocimiento de que la niña padecía un evidente retraso", el hombre quedó con ella tiempo después en los trasteros del domicilio de la menor, donde abusó sexualmente de ella.

Sin embargo, este martes el varón ha negado los hechos y ha asegurado que tras conocer a la niña, le dio su número de teléfono porque ella se lo pidió y se despidió de ella para ir a coger un tren. Minutos más tarde, ella "lo abordó" en la estación, por lo que la acompañó al portal de su casa.

Una vez allí, según relató el acusado, la niña le dijo que tenía que ir a buscar una cosa al trastero, por lo que la acompañó, pero no entró. "Yo no he tocado a nadie y mucho menos a una menor. Soy padre, no lo haría nunca", añadió el hombre, que explicó que como padre quiso que la niña fuese para casa y que no estuviese sola en la calle. "Yo no he faltado al respecto a una mujer nunca", ha declarado.

Según él, "fue todo muy rápido", y tras salir del trastero subieron al portal del edificio y allí se despidieron, porque la niña le dijo que iba para la casa de su prima. "Le di un abrazo y le dije: Qué Dios te bendiga", ha sentenciado el acusado. Asimismo, aseguró que no mantuvo contacto por redes sociales con la menor después de este suceso.

No obstante, personas cercanas a la niña han desmentido la versión del acusado. En este sentido, la tutora del colegio aseguró que en un principio notaba a la niña "nerviosa" y se echaba a llorar en el bus cada vez que volvía a casa y entraba en Vigo, debido a que está escolarizada en un centro especial en una localidad vecina.

Así, relató que fue la niña quien le contó a ella y a otras profesionales del centro la misma historia "con las mismas palabras", relatando cómo el varón bajó con ella al trastero, "la besó, le tocó los pechos y todo su cuerpo" y se bajó los pantalones. "Le cogió la mano para que le tocase el pene, aunque la niña le decía que no", declaró la tutora. Según explicó la profesional, la menor también contó que luego el hombre abusó sexualmente de ella.

Entre otras cosas, la tutora explicó que se reunió con la madre, la cual estaba asustada porque dos hombres, uno de ellos el acusado, le hablan a la niña por WhatsApp y le ofrecían chucherías, detrás de lo cual parecía que había un motivo sexual.

Por todo ello, el Fiscal considera al hombre culpable de un delito de abuso sexual a menor de 16 años y pide para él 11 años de cárcel, así como 10 años de libertad vigilada una vez concluida la pena de prisión. También extiende por una década la petición de alejamiento y comunicación con la víctima, para la que reclama una indemnización de 9.000 euros.