Con los datos del resumen anual de la actividad de Érguete en la mano, su coordinadora, Elvira Rivas, analiza cómo ha repercutido el segundo año de la pandemia entre la población con conductas adictivas y drogodependencia.
–¿Cómo ha influido la evolución de la pandemia en 2021 en la actividad de Érguete?
–El segundo año de la pandemia arrancó con mucha incertidumbre para nosotros, tanto a la hora de desarrollar nuestros programas como a nivel de financiación, pero a pesar de todo ese contexto, considero que los resultados fueron bastante positivos gracias a la implicación del equipo, porque hemos registrado hasta un 35% de aumento en el número de personas atendidas y hemos sabido dar respuesta a las nuevas necesidades.
–Un 35% es un incremento importante, ¿a qué lo achacan?
–Por una parte, el servicio jurídico ha experimentado un importante aumento de la demanda y lo mismo sucedió con los programas de prevención en centros educativos, algo que nos sorprendió. También constatamos un fuerte incremento en el consumo de alcohol.
–¿Se han detectado cambios en los hábitos de consumo o en las conductas adictivas a raíz de la crisis sanitaria?
–Sí, de ahí ese aumento en la demanda de los colegios. La problemática en los adolescentes con las apuestas online se ha disparado e incluso de la pornografía. Nos tienen llamado para intervenir con alumnado de 10 años de edad. En cuanto al consumo, sigue creciendo el de alcohol, cannabis y cocaína entre los jóvenes, detectamos un aumento en el número de chicas que se inician en las drogas y trabajamos para llegar a ellas.
–¿Y con respecto a la población adulta?
–Las principales sustancias de consumo siguen siendo el alcohol, cannabis y cocaína. En la heroína no detectamos un incremento.
–¿Hay algún ámbito de actuación en el que no se esté poniendo el foco y que requiera una mayor atención?
–Sí, es fundamental abordar el envejecimiento de las personas con adicción. Destinar más recursos y dar respuesta a esta realidad.
