El caso de la brutal paliza asestada a dos jóvenes de Vigo dio un giro radical este fin de semana después de que el juzgado de guardia decretase la excarcelación del vigués de 32 años detenido en relación con estos hechos. La libertad provisional se acordaba concretamente el sábado por la mañana, apenas 48 horas después de que D.C.A. ingresase en prisión. Aunque todavía sigue investigado en la causa, todo apunta a que esta imputación acabará decayendo ya que la Policía Nacional ha abierto “una nueva línea de investigación sobre los autores de los hechos”.
Unos nuevos vídeos que están en poder de los agentes podrían haber pesado en el cambio de rumbo de unas pesquisas rodeadas ahora de mutismo por el secreto sumarial decretado por la magistrada. Una identificación errónea habría llevado al joven a la cárcel. Ya libre, en una entrevista concedida ayer a FARO, confiesa que los días que pasó en A Lama fueron los “peores” de su vida.
“Dije desde el principio que era inocente; cuando me enviaron a prisión no podía creérmelo, me quería morir”, afirma D.C.A., de cuya defensa se ha hecho cargo el abogado Guillermo Presa.
Pide expresamente que se concrete que el motivo por el que no sale mostrando su rostro en las fotografías de esta entrevista es “para no seguir alimentando” bulos en las redes sociales. Porque ahí, en los foros de internet, explica, fue donde empezaron a señalarlo de forma previa a su arresto. Ahora, indica, quiere que salga “la verdad” a la luz:
“Espero que cojan al culpable cuanto antes y por supuesto que las víctimas se recuperen”
– ¿Cómo se encuentra tras todo lo que ha pasado?
– Me encuentro mal, he pasado por una situación muy traumática y necesitaré ayuda psicológica por ser la peor experiencia que he vivido en mi vida. No se puede prejuzgar a alguien y encerrar a un inocente. Espero que esto enseñe a la gente a no crear bulos en las redes sociales.
“Cuando me enviaron a la cárcel no podía creérmelo, me quería morir; necesitaré ayuda psicológica”
–El último fin de semana de enero, de madrugada, se produjo la grave agresión que motivó esta causa judicial. ¿Dónde estaba usted en esos momentos?
– Como dije desde el principio estaba en mi domicilio durmiendo con mi novia. Expliqué en todo momento y con detalle lo que había hecho esa noche.
– El vídeo salió muy pronto publicado. ¿Llegó a verlo durante esos primeros días antes de su detención?
– El vídeo yo lo vi el martes [en referencia al martes 1 de febrero], hasta ese momento yo no sabía nada de lo que había sucedido. Me empezó a hablar gente conocida transmitiéndome que en las redes sociales se estaba diciendo que esa persona era yo.
– ¿Cuándo y cómo fue su detención?
– No fue una detención. Yo acompañé voluntariamente a los policías, que me dijeron que fuese con ellos para aclarar la situación. Y de repente me dijeron que estaba detenido. Me sentí engañado, sinceramente.
– No cuenta con antecedentes policiales, ¿cómo llegaron hasta usted?
– A ciencia cierta no lo sé, pero supongo que a través del bulo que se formó en las redes sociales.
– ¿Qué pensó cuando le comunicaron el motivo de su arresto?
– No podía creerlo, estaba indignado y asustado. Porque me vi envuelto en un problema en el que no tenía nada que ver.
– ¿Qué les dijo a los policías?
– Que era inocente. Lo dije desde el principio y de hecho facilité todo tipo de pruebas.
– En el juzgado, una vez fue puesto a disposición judicial, ya declaró formalmente y volvió a defender su inocencia, ¿confiaba en quedar en libertad?
– Aún sabiendo que era inocente no confiaba porque comprobé por mí mismo que se había montado una patraña alrededor de mi persona. No querían encontrar al culpable, sino culpar a alguien.
– ¿Qué se le pasó por la cabeza cuando se decretó la medida de prisión provisional?
– No podía creérmelo, me quería morir.
– ¿Cómo fueron los días que pasó en prisión?
– Fueron dos días en el calabozo [de la Policía Nacional] y casi tres días en prisión siendo inocente, así que imagínenselo. Los peores días de mi vida.