Nueva suspensión en el juicio por los ruidos de la discoteca baionesa Villa Rosa tras más de dos horas en las que las partes intentaron llegar, sin éxito, a un acuerdo. La ausencia de al menos dos testigos ha obligado a suspender por tercera vez la vista oral contra los dueños del local del Val Miñor, un padre y su hijo que afrontan penas de hasta 4 años de prisión y una multa económica.

El nuevo juicio se ha fijado para los días 15 y 16 de junio. El Ministerio Fiscal sostiene que "al menos desde 2014" esta discoteca generaba ruidos que excedían los límites legales y que, a pesar de interponerse numerosas denuncias, mantuvo su actividad.

Así, los acusados de enfrentan a un delito contra el medio ambiente y un delito de lesiones dados los ruidos generados por la actividad y los perjuicios causados a un matrimonio que vivía en las inmediaciones.