Muy nervioso, entre lágrimas y roto por el dolor, un joven se sentaba ayer en el banquillo del Juzgado de lo Penal 3 de Vigo acusado de abordar, amenazar, llamar “asesinos” y agredir a tres médicos del Servicio de Urología del Hospital Álvaro Cunqueiro después de que su madre, de 58 años, falleciese en el quirófano en la operación en la que le iban a extraer el riñón para transplantarle una nuevo.

El chico, que tuvo que ser asistido por una forense, reconoció los hechos, asumiendo la autoría un delito de atentado a facultativos y de otros dos de lesiones. De forma previa a la vista abonó 2.020 euros para indemnizar a los facultativos, restándole por pagar 280. Como atenuantes, la de anomalía psíquica, por su estado de estrés por la muerte de su madre, y la de reparación del daño. Su padre también participó en los hechos, pero ya ni se le acusó por el trastorno postraumático a raíz del fallecimiento de su esposa.

“Ellos no golpearon a nadie, solo pidieron explicaciones por lo sucedido en el quirófano, pero es mejor un mal acuerdo que un pleito largo y doloroso”, afirma el abogado, Cipriano Castreje. En relación con el fallecimiento de la mujer, tienen en marcha una reclamación por presunta negligencia.