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Liberar de peaje la AP-9 a Porriño costaría el doble que la nueva A-55

Se espera un trasvase de los 66.157 vehículos que circulan por Tameiga | El Concello celebra mañana un pleno monográfico

Retenciones en la autovía A-55 a su paso por Tameiga.

La necesidad de finalizar la autovía a Madrid en su llegada a Vigo copa el debate municipal. Dos décadas después de su construcción, los principales partidos de la ciudad buscan alternativas que finalicen, con un trazado digno, el recorrido de la A-55 en el centro de la ciudad.

Hasta la semana pasada, la última declaración institucional al respecto fue en abril de 2018 con el proyecto del Gobierno de Mariano Rajoy que cifraba en 330 millones la inversión necesaria para construir un túnel bajo el alto de Puxeiros.

Un lustro después, se debate la posibilidad de liberar de peaje el recorrido paralelo de la AP-9 entre Vigo y Porriño para descongestionar la actual autovía, que presenta uno de los mayores índices de siniestralidad de la red de carreteras del Estado.

Comparativa de tráfico en la A-55 y AP-9

Comparativa de tráfico en la A-55 y AP-9 FdV

La comparación entre ambos viales hace lógica la propuesta si tenemos en cuenta los datos del 2019. Frente a los 66.157 vehículos diarios que circulan por las curvas de Tameiga a velocidades de 60 km/h, apenas 9.023 elegían pasar por las cabinas de pago de la Autopista del Atlántico.

Transferencias a Audasa

La petición de Alberto Núñez Feijóo a la ministra Raquel Sánchez sigue la línea de las bonificaciones del gobierno en vigor desde el verano pasado por 2.300 millones de euros.

Este importe abarca los años restantes de la concesión a Audasa, cuya prórroga fue declarada ilegal por la Unión Europea en septiembre.

Esta liberación de peaje conllevaría un importante trasvase de vehículos de una carretera a otra al no tener que pagar los 1,75 euros que cuesta actualmente.

Incluso en los cálculos más conservadores, en los que solamente la mitad de conductores varíe su itinerario, supone que 42.000 vehículos diarios reciban dicha bonificación. Una medida que requeriría casi 27 millones de euros anuales.

La extensión de esta medida hasta el fin de los peajes en la AP-9 en el 2048 supondría casi 700 millones de euros públicos, más del doble que las propuestas para desdoblar la ruta. Todo ello sin sumar las subidas anuales ya previstas en la concesión.

El Concello, que celebrará mañana un pleno monográfico para abordar esta situación, propone utilizarla únicamente hasta la construcción del nuevo trazado que el Ministerio de Transportes ya planifica.

Este vial ya está contemplado en el nuevo PXOM y llegaría hasta el entorno de la Avenida de Madrid al aumentar la longitud del túnel de los 2,6 kilómetros hasta los 4,1 y que podría salir a información pública este mismo año.

De esta forma, la ansiada finalización de la A-55 costaría unos 280 millones con un trazado de 10,1 kilómetros y que aprovecharía una parte de la actual al ampliar carriles.

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