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Empresas se encomiendan a detectives para combatir el falso "escaqueo" por COVID

Los detectives realizan seguimientos sin ser vistos. Gustavo Santos

La disparada transmisión del COVID durante esta ola ha llevado al Sergas a tomar medidas para agilizar la avalancha de bajas laborales causadas por el virus, con un sistema mediante el cual el médico firma la incapacidad temporal que incluya ya el alta programada a los siete días desde el contagio. Es decir, transcurrida una semana, el trabajador ya no tiene que contactar con su centro de salud para reincorporarse a su puesto, salvo que obviamente tenga síntomas. El objetivo es eliminar trámites burocráticos y aliviar la sobrecarga en Atención Primaria. Y es hay días que en Galicia se registran unas 6.000 bajas laborales por COVID. El problema, es que esta circunstancia también está provocando la picaresca de algunas personas.

Prueba de ello es que hay empresarios, especialmente de pequeñas y medianas compañías, que están contratando a detectives privados de Vigo para comprobar si los empleados que están de baja por COVID realmente están pasando el virus o, directamente, es la excusa que han puesto para no ir a trabajar. La casuística que se están encontrando los detectives es múltiple. Por un lado hay trabajadores que alargan la incapacidad temporal más allá de esos siete días alegando que tienen síntomas o que no se encuentran bien. Sin embargo, los investigadores constatan que hacen vida normal. “Les dicen a la empresa que están enfermos y aprovechan para cogerse unos días libres”, asegura el detective Javier López, de la agencia viguesa Aletheia.

Hay empleados que dicen haber pasado el virus cinco veces para “escaquearse”

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Otra de las circunstancias más habituales que se están produciendo es que hay trabajadores que le trasladan a la empresa que deben guardar confinamiento a la espera de realizarse una prueba para comprobar si están o no contagiados justificando que son contactos estrechos de un positivo y sin embargo en muchos casos es “una excusa” para estar varios días sin trabajar. Y quizás la situación que es más grave: se dan casos de empleados que están de baja por COVID y por tanto deberían estar confinados al menos una semana, pero que hacen prácticamente vida normal. “Salen a hacer la compra, a practicar deporte...”, relata el investigador.

Normalmente los detectives privados son contratados en casos de sospechas “serias” por parte de las empresas o de las propias mutuas. Según relatan estos profesionales, se dan casos de trabajadores que aseguran haber pasado el COVID ya “unas cuatro o cinco veces” para escaquearse de sus quehaceres laborales. “Por eso es normal que exista tanta desconfianza”, explica Javier López.

Hay que recordar además que los informes de los detectives con pruebas de irregularidades en las incapacidades temporales o incumplimiento de los confinamientos son válidos para justificar el despido procedente a un trabajador.

Las compañías piden investigaciones cuando ya tienen alguna sospecha

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Algunos investigadores de la ciudad calculan que con el aluvión de bajas por coronavirus que se están produciendo en las últimas semanas han aumentado su actividad en torno a un veinte por ciento. Porque además de realizar vigilancias para comprobar la veracidad de las incapacidades temporales, las empresas que siguen con el teletrabajo implantado continúan contratando, en algunos casos, a detectives privados si tienen sospechas de que alguno de sus empleados no está cumpliendo con sus tareas o su horario laboral desde sus domicilios.

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