Un simple control de tráfico en la parroquia viguesa de Cabral acabó con la necesidad de que un familiar negociase con un joven para que saliese del coche en el que se había atrincherado. Antes de encerrarse en el vehículo, para evitar que se lo llevase la grúa, agredió a dos agentes, según la versión de la Policía Local.

Los hechos ocurrieron la pasada medianoche, cuando una patrulla realizaba un control de tráfico en la avenida Santa Mariña. Allí comprobar que uno de los vehículos que circulaba por la zona carecía de seguro desde julio del pasado año 2021, no tenía la ITV vigente y a mayores tenía un embargo y precinto dictaminado por la Tesorería de la Seguridad Social.

Los agentes lo interceptaron e identificaron a la conductora, Y. R. M, de Vigo y 28 años. Cuando se le informó de que se iba inmovilizar el coche para trasladarlo al depósito municipal, el acompañante, S. L. I, de Vigo y 32 años, comenzó a alterarse y gritar e incluso amenazó con arrollar a los agentes. Aseguraba que el turismo era de su propiedad y que nadie se lo iba a llevar. Al llegar la grúa, el joven, que estaba fuera, intensificó su actitud y derribó a un agente para intentar entrar en el coche. Ambos cayeron en el interior, momento que aprovechó para atrincherarse en la parte de atrás.

Intentó cerrar la puerta y al interponerse otro agente este recibió una patada en la tibia y un puñetazo. De nuevo buscó encerrarse, esta vez tirando de la ventana, que acabó fracturada. Finalmente, se personó un familiar y tras una nueva negociación el joven se prestó a abandonar voluntariamente el vehículo, momento en el que fue detenido por un supuesto delito de atentado y amenazas.